Puestas de este modo duran cuatro o seis días; pero si se quiere guardarlas así se les aumenta la cantidad de aceite, hasta cubrirlas bien en las orzas donde se guardan, conservándolas de este modo de un año para otro, y siendo este escabeche muy parecido en el sabor al de las que se compran en lata.
Se escaman y limpian bien las sardinas, dejándolas su forma, esto es, sin quitarles las espinas, despojándolas solamente de tripas y cabeza.
Cuando están todas, se enharinan y fríen, arreglándolas después en una fuente. En el aceite de freírlas se echan unos pedacitos de hoja de laurel y unos granos de pimienta enteros; cuando están mareados se les pone un poquito de vinagre, no mucho, y se vierte esta salsa sobre las sardinas para servirlas, frías o calientes.
Cuando se las guarda de un día para otro se las da vueltas para que se tomen.