Es manjar sabroso, pero algo indigesto, siendo varias las maneras de prepararlos; entre ellas, las más corrientes son con su tinta, fritos o rellenos.
Aunque en algunas partes los llamen chocos, y a veces los confundan con estos, por ser casi iguales, en las costas gaditanas los distinguen perfectamente, llamando calamar al más fino y choco a otro exactamente igual, al parecer, pero que en las playas y costas, suelta una especie de hueso grande, que llaman concha de choco.
De cualquier modo que sea, se cocinan y sirven igual.