Se hacen unas cajitas de papel marquilla, cartulina blanca o papel blanco fuerte, cerrándolas lo mejor que sea posible, y si no puede lograrse que encajen bien las tapas, se cubren como se pueda.
Antes de cerrarlas se untan interiormente con aceite de olivas, de buena calidad, y se ponen dentro de ellas unas ruedas de merluza espolvoreadas de sal fina, perejil picado y zumo de limón, metiéndolas en el horno para que cuezan por espacio de media hora.