ALIMENTACIÓN DE ENFERMOS Y CONVALECIENTES
PREPARACIÓN DEL NUEVO ALIMENTO PARA ENFERMOS
Tomando, pues, por base estos datos, queda compuesto así el alimento que preparo:
Polvos de carne asada 200
Polvos de pan tostado y zumo 200
Polvos de legumbres 200
Azúcar de leche 150
Tapioca 150
Dextrina 50
Malta 50
Total: 1000
La mayor parte de las sustancias que entran en la composición de este conjunto representan apenas la quinta parte del peso que tienen antes de estar secas; es pues necesario multiplicar por 5 el peso de las sustancias empleadas, para que se tenga el peso aproximativo de las sustancias frescas.
Réstame ahora dar algunas indicaciones sobre la forma que se debe dar a este producto y el modo mejor de prepararlo para hacerlo agradable al enfermo.
Basta echar la vista sobre esta sustancia para notar al punto que mi preparación no tiene forma de polvo, sino de gránulos, obtenidos por medio de la agregación de un poco de tapioca en polvo a los polvos que quedan arriba descritos y humedeciéndola ligeramente, conseguí fabricar granos de alguna dimensión.
Tiene grandes ventajas este procedimiento, porque para preparar el alimento basta que hierva 5 o 6 minutos en leche o caldo y se le echa un poco de sal; siendo mucilaginosa la tapioca, emulsiona los polvos y los conserva en forma de gachas o papas aglomeradas aunque algo claras, y desaparece de este modo completamente la sensación de los polvos que es tan desagradable a la boca.
La sopa así preparada tiene un sabor muy gustoso, sobre todo cuando no se ha hecho muy espesa: también puede añadírsele un poco de extracto de carne que le dará todavía mejor gusto, y yo mismo hice servir esta sopa en mi mesa a personas que no sabían que estaban tomando alimento completo, pareciéndole que era sopa muy delicada.
Juzgué que sería interesante resumir en pocas líneas las operaciones que tuve que hacer para obtener unos polvos de carne compuestos, que fuesen aceptos a las personas más delicadas; dichoso yo si veo mis tentativas coronadas con buen éxito.
Sin embargo, paréceme que este producto, tal cual es, puede ya ser provechoso para los niños débiles, los ancianos, los convalecientes y los enfermos, y ciertamente es muy superior a los polvos de carne, que jamás podrán emplearse como alimento.
Una sopa hecha con una cucharada de alimento completo (25 gramos) cocida en 250 gramos de leche, representa, no teniéndose en cuenta la leche, 125 gramos de principio alimenticio, es decir que para un enfermo o convaleciente, representa una ración sobrado abundante para una sola comida. Paréceme que ese resultado presenta ya bastante interés, visto que no sólo es aceptable la forma del alimento, sino agradable.
Podría alimentarse un enfermo exclusivamente con esta preparación, y sin duda prestará relevantes servicios a todas las personas que no pueden tragar mucho ni mascar, como los ancianos, que están privados de comer carne.
