ALIMENTACIÓN DE ENFERMOS Y CONVALECIENTES

LA PEPTONA EN LA TERAPÉUTICA

Dice el profesor Bouchardat, en el Anuario de Terapéutica de 1881:

Los experimentos de M. Catillon han introducido este año la peptona en la Terapéutica. Yo creo que es más conveniente administrar los alimentos alimenoides modificados de este modo que hacer tomar durante las comidas las preparaciones de pancreatina...

Los alimentos que tomamos para reparar las pérdidas del organismo y suministrarle los materiales de su acrecentamiento, están divididos en dos clases; los unos, principios auxiliares, pasan sin fijarse en los tejidos; los otros, principios constituyentes, más importantes y más numerosos, entran en la constitución misma de los tejidos, de tal modo, que sin ellos el tejido no podría existir; tales son los alimentos que contienen ázoe y ciertas sustancias minerales asociadas a la carne, a la leche, los huevos, el pan, etc.

Pero como las sustancias complexas para ser utilizadas en el organismo, deben ser modificadas por los órganos digestivos, de aquí la necesidad de que el estómago transforme los alimentos azoados en cuerpos solubles y difusibles, susceptibles de pasar a la sangre y de ser asimilados.

A estos alimentos, así transformados, se les ha dado el nombre de Peptonas. Fabricando estas peptonas hacemos, pues, el trabajo que el estómago enfermo es incapaz de producir. La pepsina facilita la digestión a los enfermos que comen; las peptonas constituyen un progreso más, puesto que ellas solas pueden bastar a la nutrición sin el concurso activo de los órganos.