Inicio    |    Guia Medica    |    Alimentacion Enfermos

 

.

ALIMENTACIÓN DE ENFERMOS Y CONVALECIENTES

ESTUDIO DE NUEVOS ALIMENTOS PARA ENFERMOS


Con objeto de alcanzar estos resultados, he trabajado cerca de dos años, y creo que he logrado formar un tipo más o menos definitivo, que llena las condiciones arriba mencionadas: estas condiciones son:

1° Gusto agradable.
2° Conservación absoluta de los principios peptógenos.
3° Mixtura en proporción fisiológica de los elementos necesarios.
4° Concentración de la masa en volumen muy reducido.

Para obtener este resultado empleé carne magra de vaca asada por los procedimientos ordinarios de cocina: después de asada, se seca la carne y se reduce a polvo. El zumo que contiene la gordura y el extracto de carne se desengrasa por enfriamiento y se echa después sobre rebanadas tostadas de pan de flor de harina: sécanse en fin las rebanadas y se reducen o polvo.

Entonces tomo diversas legumbres, feculentas principalmente, cocidas al vapor, y reducidas a polvo con determinada cantidad de azúcar de leche. Mixturo bien la carne, el pan, el zumo, las legumbres y el azúcar de leche. Como se ve, representan exactamente estas diversas sustancias las materias azoadas hidrocarbonadas necesarias para componer una ración de sustento: las sustancias peptógenas quedan, conservadas en la mixtura, y a ella añado un poco de dextrina y de malta para asegurar la digestibilidad del alimento.

La malta por la diaslasis que contiene fija la sacarificación de los hidrocarbonos que tuve que poner en gran cantidad para sustituir la gordura que naturalmente no puede entrar en un alimento de este género. Recelando pues que resultase insuficiente la función pancreática, siendo cosa bien conocida que los feculentos son mal digeridos por ciertos individuos dispépticos (y todos los enfermos son más o menos dispépticos), ayudo a la unción pancreática añadiendo a mi alimento alguna cantidad de diastasis.

Para ayudar a las funciones del estómago y excitar la función pépsica introduzco en el alimento una corta proporción de dextrina, dando por este medio actividad a la secreción de la glándulas que producen pepsina. Bien se sabe que la dextrina aumenta la producción del jugo gástrico, como lo demostró el Sr. Dujardin Beaumetz en la obra arriba citada. Fundándome también sobre los datos presentados en el tratado de higiene de nuestro colega, establecí la relación de las sustancias azoadas y carbonadas que entran en la composición del alimento que preparo. Varía la ración de sustento según las edades:
Ración diaria, por kilogramo de peso.
Infancia 9,84 gr. Carbono; 0,90 gr. ázoe.
A la edad de 10 años: 6,84 carbono; 0,40 ázoe.
A la edad de 10 años: 4,27 carbono; 0,20 ázoe.
Adulto: 5,00 carbono; 0,20 ázoe.
También pueden variar para los adultos estas cifras, según esté descansando o trabajando el individuo.

Para el individuo en reposo, la proporción del carbono con el ázoe es 18/1: sobre este dato me fundé para establecer la proporción de los diferentes principios que entran en la composición del alimento que preparo: es evidente que no trabajan los enfermos ni los convalecientes, y por más que necesiten recuperar las fuerzas perdidas, conteníanse con la ración de un individuo en estado de reposo.

2014 - Guia Médica Siglo XIX. Aviso Legal