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ARITMETICA - Los números y la numeración
LA NUMERACION ROMANA
Para apreciar mejor las ventajas de generalidad y sencillez de la numeración decimal,
examinemos rápidamente la numeración escrita que antes de ella se usaba en Europa, que
también es decimal, pero más complicada, por no utilizar el cero ni el principio de valor
relativo.
Las unidades simples, las decenas, centenas y millares se representan por los signos
siguientes:
I, X, C, M
Y cada número se escribe poniendo tantos signos de cada especie como unidades tenga el
orden respectivo.
Así, por ejemplo, el número 1.123 se escribirá así: MCXXIII.
Como la repetición de símbolos daría a los números longitud excesiva, se introduce el
símbolo V para representar cinco, el L para representar cincuenta y el D para representar
quinientos, y se conviene en que uno o más signos fundamentales (I, C), puestos a la derecha
de otro de categoría inmediata superior, le agregan su valor, mientras que puestos a la
izquierda se lo disminuyen.
Por ejemplo, 29 y 37 se escriben así: XXIX y XXXVII.
Precisando más: La I sólo se antepone a la V y a la X: la X sólo se antepone a la L y a la C; la
C, a la D y a la M: los símbolos secundarios V, L y D no se anteponen ni se repiten; los
fundamentales I, X, C y M sólo pueden repetirse tres veces a lo sumo. El objeto de estas
restricciones es que un mismo número no pueda representarse por dos símbolos distintos.
Por ejemplo, 99 no puede escribirse IC, sino XCIX. Pero, con todo, resulta un sistema
complicado.
A partir de C se prosigue agregando a su derecha los anteriores; 200, 300, 400, 500, que se
representan así: CC, CCC, CD... El número 999 se representa CMXCIX; y el año 1948, por
ejemplo: MCMXLVIII.
Con lo dicho no se podrían representar números de 4.000 en adelante. Un nuevo convenio
permite rebasar este límite. Tal es el de que la colocación de una raya horizontal encima del
número transforme en millares sus unidades.
Hoy su empleo casi queda reducido a enumerar siglos, reyes..., o cuando hace falta emplear
a la vez dos numeraciones; por ejemplo para enumerar los capítulos de un libro con
romanos y los párrafos con decimales.