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LITERATURA GRIEGA - Orígenes de la lírica y otros géneros (siglos IX - VI A. de J. C.)
LA POESIA CORAL
La poesía coral, es decir, la que se cantaba y danzaba por un coro, es la lírica por excelencia.
Tuvo su origen en Esparta y se la destinaba a celebrar a los héroes y a los dioses. Desde las
tierras lacedemonias difundióse por toda Grecia, y contó entre sus cultivadores algunos
nombres ilustres: ESTESICORO de Himera (comienzos del siglo VI), a quien se atribuía la
invención de la "tríada" (estrofa, antistrofa y epodo); SIMONIDES DE CEOS (556-467), del
que se conservan algunos exquisitos fragmentos; BAQUILIDES, nacido hacia el año 500, y
conocido sobre todo por algunas hermosas composiciones modernamente descubiertas, y
PINDARO (521?441?), el más famoso de los líricos griegos, nacido probablemente en
Cinoscéfalos, entre Tespias y Tebas, y amigo de Gerón, tirano de Siracusa. Del estro robusto
y arrebatado de Píndaro y de la imposibilidad de emularlo nos habla Horacio (Odas, 4, 2, 1),
y Quintiliano (Instituciones, 10, 1, 61) lo reputa por "el príncipe de los nueve poetas líricos
griegos; sobresale por su inspiración, su magnificencia, sus sentencias, sus figuras. Es
felicísimo -añade- en la riqueza de sus expresiones y en la variedad y abundancia de sus
asuntos, y se deja llevar, si así puedo expresarme, por un torrente de elocuencia; Horacio
juzga que nadie es capaz de imitarlo".
De la producción pindárica, muy copiosa, se conservan cuatro grupos de odas: las Olímpicas,
las Píticas, las ístmicas y las Nemeas. Los juegos olímpicos se celebraban cada cuatro años en
Olimpia, la ciudad de la Elida. El premio al vencedor consistía en una corona de oliva
silvestre, pero su fama era tal que se le erigían estatuas y componían himnos en su honor.
Los juegos píticos, certámenes sagrados en honor
de Apolo, tenían lugar cerca de Pitona,
llamada después Delfos, al pie del
monte Parnaso, primero cada nueve años y más tarde
cada cinco. Se honraba en ellos también a Diana y a Látona, y a semejanza de los mayores,
había otros de
inferior categoría en Magnesia, Sición y otros puntos. Los juegos ístmicos
tomaron su nombre del istmo de Corinto, donde se celebraban cada tres años, en diversos
meses. Su institución -dicen las tradiciones legendarias- se debió a Sísifo y su
restablecimiento a Teseo, que los consagró al dios Neptuno. Finalmente, los juegos nemeos,
fundados según la leyenda por los siete caudillos de la primera expedición contra Tebas y
restablecidos por Hércules, tenían por escenario la ciudad de Nemea, en la Argólida. La
poesía de Píndaro parte del elogio del vencedor en los certámenes mencionados,
pero lo
principal en ella son los antepasados del héroe, su familia, su patria, los dioses protectores.
Las continuas alusiones religiosas y genealógicas hacen frecuentemente difícil la lectura del
lírico tebano, muchos de cuyos pasajes, según expresión de un crítico moderno, necesitan un
adivino más bien
que un traductor. La "Gloria de las coronas olímpicas", que se lee al
comienzo de la oda a Gerón de Siracusa (Olímpicas, I); la cuarta Pítica, con sus numerosos
pasajes de tono épico, como el referente a Jasón, jefe de los Argonautas; las reflexiones
filosóficas acerca de la inestabilidad de las cosas humanas (Píticas, VIII); el elogio de la
poesía que figura en la VII de las Nemeas, la oda XIV de las Olímpicas en honor de Asópico
de Orcómeno, niño, corredor en el estadio.