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LITERATURA ESPAÑOLA - Siglo XVIII: Reforma, Enciclopedia y Neoclasicismo
FORNER Y LAS POLEMICAS EN TORNO A LA CULTURA ESPAÑOLA
La reacción
nacionalista frente al excesivo afrancesamiento y el extranjerismo literario se
acrecienta en las últimas décadas del siglo a causa de los repetidos ataques de que es objeto
la cultura española por parte de los enciclopedistas. El resultado fue que se despertase en
formas diversas el deseo de revalorizar el pasado literario de España: en unos casos con un
sentido crítico imparcial; en otros, con carácter polémico y tradicionalista.
El mejor representante del tradicionalismo fue JUAN PABLO FORNER (1754-1797), escritor
de pluma acerada, hombre de temperamento áspero, buen conocedor de las letras españolas
y casticista denodado.
Uno de los ataques más injustos contra España fue el de Masson de Morvilliers en
L'Enciplopédie Methodique (1782), que negaba en rotundo que España hubiese contribuido
en lo más mínimo al desarrollo de la civilización europea. El botánico español JOSE
ANTONIO CABANILLAS y el abate italiano CARLOS DENINA, entre otros, salieron en
defensa de la cultura española y el ministro Floridablanca encargó en 1786 a Forner que
tradujese y comentase el discurso de Denina ante la Academia de Berlín. En lugar de ello,
Forner escribió la Oración apologética por la España y su mérito literario (1786) obra pesada
y monótona, pero esencial como inventario de las aportaciones españolas a las letras, la
historia, la filosofía y la ciencia, según la estimativa de los hombres del siglo XVIII. Es
significativa, por coincidir con el juicio de otros contemporáneos liberales, la reivindicación
que hace Forner de figuras del siglo XVI, como Vives, Vitoria y Suárez. Atacaba Forner a
toda la filosofía de la Enciclopedia, que él consideraba superficial y perniciosa, tesis que
luego desarrolla en los Discursos filosóficos sobre el hombre (1787), de verso y prosa hoy
ilegibles. Forner es por estas obras y alguna otra, uno de los precursores del tradicionalismo
católico del siglo
XIX. Pero su gloria como prosista la debe a las Exequias de la lengua
castellana, la mejor de todas las sátiras literarias de su tiempo; está escrita en un lenguaje rico,
terso y lleno de nervio. Tanto por la visión total que da de las letras españolas como por los
juicios casi siempre exactos acerca de los autores clásicos es quizá la obra sobresaliente en la
crítica del siglo XVIII.
Otros muchos aspectos de su producción -su poesía, algunas comedias filosóficas, las
incisivas polémicas contra muchos de sus colegas- hacen de Forner una figura singularmente
viva y característica de las luchas literarias de la época.
Lugar importante también en la polémica sobre la cultura española ocupa un grupo selecto
de jesuitas, que, en Italia, donde se refugiaron después de ser expulsados de España en 1767,
escribieron muchas obras notables en defensa del arte, la literatura y la historia de su patria,
en contestación también a los ataques de escritores como Bettinelli y Tiraboschi. Aquí
tenemos que limitarnos a citar algunos de los nombres principales: JUAN FRANCISCO
MASDEU, en la historia; JUAN ANDRES, JAVIER LAMPILLAS y PEDRO ESTALA en la
literatura; ANTONIO EXIMENO y ESTEBAN ARTEAGA en las artes, especialmente la
música.
Al acabarse el siglo, España empieza a sentir la resaca de las grandes agitaciones que turban
a Europa, y como consecuencia de ellas, durante toda la centuria siguiente continúa en la
literatura, igual que en otros aspectos, la lucha intelectual moderna cuya primera etapa -la
racionalista, enciclopedista y crítica- hemos estudiado en el siglo XVIII.