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LITERATURA ESPAÑOLA - La literatura contemporánea (1898-1939)
LOS INICIADORES: GANIVET Y UNAMUNO
EL AUTOR DEL "IDEARIUM". – Ganivet escribió sus varios libros -ensayo, novela, poesía,
teatro- en tres o cuatro años, lejos de España, de la que había salido en 1892, como miembro
de la carrera consular, acuciado probablemente por la inquietud de encontrarse a sí mismo y
encontrar el espíritu de su patria, lejos del ambiente nacional que como hombre
extraordinariamente sensitivo le enervaba. La huída hacia dentro o hacia fuera fue
característica de casi todos estos jóvenes de fin de siglo, enfermos de la voluntad y con una
sensibilidad a flor de piel.
Sus dos novelas, La conquista del reino de Maya (1897) y Los trabajos del infatigable creador
Pío Cid (1898) son el primer ejemplo del tipo de narración intelectual, lírica, autobiográfica,
que encontraremos luego en "Azorín" y Pío Baroja. Son también, como será gran parte de la
literatura nueva, eminentemente paradójicas. En La conquista del reino de Maya se satiriza
la civilización en nombre del espíritu y se defiende la barbarie en nombre de la felicidad; y
en Los trabajos del infatigable creador Pío Cid, un hombre sin voluntad ni fe, un teorizador
fantástico, paradoja viviente, antepasado espiritual de Antonio Azorín y de muchos
personajes barojianos, quiere redimir a España y a un grupo di- verso de personajes
inspirándoles la fe y la voluntad que él no tiene.
Los otros libros de Ganivet se distinguen igualmente por su originalidad e inician tendencias
muy características del momento. En Granada la bella, breves ensayos sobre la estética de su
ciudad natal, Ganivet intenta captar en el ambiente la poesía de la vida urbana, al par que
construye una teoría del espíritu granadino y del espíritu, en general, basada sobre el arte y
las costumbres populares. Y en Cartas finlandesas, comenta irónicamente todas las
manifestaciones de la vida y el carácter de un pueblo nórdico vistas a través de su
temperamento de español meridional.
Ganivet se aparta en todo de los caminos anteriores y su obra maestra, el Idearium español,
es una interpretación completamente nueva del espíritu, el carácter, el pasado y el porvenir
de España. Libro asistemático y riquísimo en intuiciones, más que en ideas, lo sorprendente
en él es la falta de fundamento de sus premisas y la asombrosa solidez de casi todas sus
conclusiones sobre las causas de la decadencia española, el individualismo y la
espiritualidad de España.
A diferencia de la mayoría de los libros que entonces se publicaron acerca del llamado
problema nacional, no propugnaba la europeización de España. Su libro era por el contrario
un llamamiento al alma española para que encerrándose dentro de sí misma renunciase a los
ideales expansivos del antiguo imperio y buscase en la originalidad de su pasado, distinto
del europeo, los motivos de un renacimiento espiritual.
Ganivet, escritor de temperamento intuitivo y lírico, lleno de impulsos contradictorios, era
ya un hombre nuevo. La necesidad de intelectual de verdad, el sentimiento estético de la
belleza y el deseo de una vida activa luchaban en su espíritu con la incapacidad de
interesarse hondamente en nada que no fuera su propia intimidad. La fe y la duda tenían
dentro de él la misma fuerza y su intelectualismo estaba en pugna con la atracción que en él
ejercían las formas instintivas de la vida. Era un contemplador irónico y un cerebral como
todos los escritores de la "generación del 98". Del hecho de que se suicidase en Riga a los
treinta y tres años, justamente en 1898, procede el que comúnmente no se le incluya en ella y
se le conceptúe más bien como precursor de los escritores que la formaron.