LITERATURA ESPAÑOLA - Literatura catalana
EPOCA MEDIEVAL
LOS TROVADORES. - "A pesar de la diferencia dialectal -dice Milá y Fontanalstodos los
trovadores tanto los oriundos de Provenza, Galia inferior, como los catalanes y algunos
italianos cantaron en provenzal o lemosín durante los siglos XII y XIII". La poesía
trovadoresca es, pues, en Cataluña, una manifestación más de la provenzal. Allí florecieron
las mismas Cortes de amor, la misma poesía caballeresca de sutilezas amorosas o las
diatribas irónicas y juegos artificiosos de trovadores y juglares. Provenzales y catalanes
cultivaban idénticas formas: la canción, la tornada, el serventesio, la tensión o tensó, el
discort, la albada, la nova, etc.
Milá establece la cronología de esta poesía catalano-provenzal y distingue tres períodos: 19,
el de desarrollo de la lírica cortesana, desde GUILLERMO DE
POMERS (1071-1127),
considerado como el primer trovador conocido, hasta 1150; 29, el de apogeo y difusión por
otros territorios, hasta 1210; y 39, un período de decadencia y casi desaparición, desde la
derrota de los albigenses en la batalla de Muret hasta que en 1323 la escuela erudita de los
Juegos Florales de Tolosa intentó sin conseguirlo dar nueva vida a la antigua poesía.
Por lo que se refiere a la literatura catalana, hay que distinguir dos aspectos: a) el de los
trovadores provenzales que vivieron en Cataluña protegidos por los reyes o grandes señores,
tratando con frecuencia temas catalanes; y b) el de los trovadores nacidos en Cataluña misma
y que allí compusieron la mayor parte de su obra.
a) Casi desde los albores del movimiento poético provenzal algunos de los más famosos
trovadores como MARCABRU y PEDRO DE ALVERNIA en tiempos del conde Ramón
Berenguer IV (11311162) residieron en Cataluña y celebraron a sus protectores.
Un momento de apogeo fue el de la época de ALFONSO II DE ARAGON (1162-1196), poeta
él mismo, autor de unas coblas a su amada. Por este tiempo escriben en Cataluña RIMBALD
O RAMBALDO DE VAQUEIRAS, protegido del marqués de Monferrat y autor de los Cants
en elogio de Beatriz de Monferrat, hermana de su
protector; BERTRAND DE BORN,
GUIRALDO
DE BORNEIL y BERNARDO DE VENTARDORN, los tres trovadores
celebrados por
Dante; y otros menos importantes como
FOLQUETO DE MARSELLA,
PIERRE ROGIERS, PIERRE RAIMOND y AIMERIC DE PEGUILHA.
En el reinado de su sucesor Pedro II siguieron los trovadores encontrando buena acogida en
Cataluña y entonces escribieron allí, entre otros, PEDRO VIDAL, HUGO DE SAINT CIRC y
RAMON MIRAVAL.
Finalmente, en el glorioso reinado de Jaime I (1213-1276), el gran monarca aragonés del siglo
XIII, los provenzales conocieron sus últimos días de gloria en España, después de su
dispersión de Provenza. Jaime I rivalizó con su coetáneo Alfonso X, de Castilla, en la
protección a la poesía. En su tiempo florecieron BERTRAN DE BORN, hijo, GUIRALDO
RIQUIER DE NARBONA y PIERRE CARDINAL.
b) No menos importante que sus hermanos en letras los provenzales, fueron algunos
trovadores catalanes que, por serlo, pertenecen más de lleno a la poesía que estudiamos
aunque usasen el provenzal en sus composiciones.
El más antiguo de los conocidos es BERENGUER DE PALOL (1136-1170), a quien siguieron
GUIRALDO CABRERA, autor de una violenta sátira contra el juglar Cabra, fechada en 1170;
ALFONSO I DE CATALUÑA, hijo de Ramón Berenguer IV y de doña Petronila;
GUILLERMO DE BERGADA, hijo del vizconde de Bergadá y hombre de vida azarosa:
ladrón, asaltador de conventos, homicida a traición del noble Ramón Folch de Cardona y
autor de cínicas invectivas contra el rey Alfonso II. De la misma época o un poco posteriores
son dos de los trovadores catalanes más destacados: el noble HUGO DE MATAPLANA,
perteneciente a una de las más ilustres familias, que estableció una gran corte poética en su
castillo, y su protegido RAMON VIDAL DE BESALO, autor de unas bellas noves y de un
tratado de gramática y arte poética titulado Dreita manera de trobar o Razós de trabar.
De los tiempos inmediatos, especialmente de los de Jaime I, deben recordarse ARNALDO
CATALAN, GUILLERMO DE CERVERA, GUILLERMO MUR, OLIVIER EL TEMPLARIO y
SERVERI DE GIRONA (1250-1280), a quien puede considerarse como el último trovador de
alguna importancia.
Desde fines del siglo aun languideció la escuela entre artificios cada vez más rebuscados y en
1323 los magistrados de la ciudad de Tolosa, amantes de la poesía, intentaron darle nueva
vida, creando la Sobregaia Companya deis Set Trobadors y organizando un concurso en
honor de la Virgen María, en el que obtuvo el premio juntamente con el título de doctor en
Gay Saber ARNALDO VIDAL DE CASTELLNOUDARY. No muchos
años después se
crearon los Juegos Florales, que se celebran el día 1° de mayo y eran regulados, a partir de
1355, por el Consistori del Gay Saber. Resultado de este movimiento fue también la
redacción por GUILLERMO MOLINIER de un Arte de Trovar al que se dio el título de Leys
d'amor. Estos esfuerzos por resucitar el antiguo arte de los trovadores, si bien no tuvieron
gran éxito, encontraron eco en Cataluña, donde el rey Juan I pidió en 1388 a Carlos IV de
Francia que le enviase dos trovadores. Llegaron éstos dos años más tarde y establecieron en
Barcelona el Consistori de la Gaya Sciencia y los Juegos Florales. Pero ello coincidía ya con el
auge de una nueva escuela poética en lengua catalana, iniciada por Jaume March, que forma
capítulo aparte.
