Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
INGENIERIA ELECTRICA - Motores eléctricos
MOTORES SINCRONICOS
La palabra "sincrónico" significa "al mismo tiempo", lo que aplicado a los motores indica que
los mismos giran a una velocidad exactamente igual a la velocidad eléctrica o frecuencia del
sistema al que están conectados. En otras palabras, el motor sincrónico funciona exactamente a
la misma velocidad que el generador que produce la corriente de alimentación, y debe trabajar
a esa velocidad, pues si por alguna razón se altera, el motor cae en lo que se llama "fuera de
sincronismo" con la corriente de alimentación y se detiene.
La velocidad fija de los motores sincrónicos depende de la frecuencia de la corriente de
alimentación y del número de pares de polos del motor; así, por ejemplo, para una corriente
alterna de 50 ciclos por segundo, un motor sincrónico con un solo par de polos, girará a una
velocidad de 50 X 60 = 3.000 revoluciones por minuto; si tiene dos pares de polos será la mitad,
es decir 1 500, y si tiene tres pares, será de 1.000 revoluciones por minuto, y así sucesivamente.
Aunque la gran mayoría de los motores sincrónicos que se emplean en la industria son
máquinas muy grandes y potentes, también existen en gran cantidad unos tipos muy
pequeños, que son los empleados en los modernos relojes eléctricos, cuya potencia es de cerca
de dos watts (un caballo o HP equivale a 736 watts).
Los grandes motores sincrónicos son idénticos a los generadores de corriente alterna en su
construcción y características de funcionamiento, y más, todo generador de corriente alterna
puede funcionar perfectamente como motor sincrónico, una vez que haya arrancado y
alcanzado la velocidad de sincronismo. Los grandes motores de este tipo en general no
pueden arrancar por sí solos.
Una vez que las bobinas de campo giratorias del motor sincrónico han llegado a una velocidad
de rotación igual a las del sistema de alimentación de corriente alterna al cual están conectadas,
se dice que el motor está en sincronismo con la corriente, y el motor seguirá funcionando
exactamente a una velocidad constante siempre que no cambie la frecuencia de la tensión de
alimentación y que el motor no esté demasiado sobrecargado para que "salga del sincronismo",
puesto que en este último caso se detiene en seguida.
Estos tipos de motores se emplean en grandes maquinarias industriales donde se requiere una
velocidad perfectamente constante aunque varíe la carga, tales como trafiladoras, laminadoras,
etc. También se emplean en las fábricas de energía eléctrica para accionar, a su vez, los
grandes generadores de corriente continua.