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GEOGRAFIA ECONOMICA - La población humana
DISTRIBUCION DE LA HUMANIDAD SOBRE LA TIERRA
Al iniciar el estudio de la Geografía Económica debemos, ante todo, examinar cómo se
distribuyó la población humana sobre la Tierra. Esta población es muy antigua, y sus
movimientos, lo mismo de traslación que de volumen, han obedecido a la fuerza de su instinto
vital, buscando las zonas de mayor seguridad, de clima más favorable y de mayor abundancia
de alimentos, animales o vegetales. La población humana se asentó y prosperó donde las
circunstancias le eran más propicias. Sus incursiones, individuales o colectivas, a zonas menos
acogedoras, dieron escaso resultado. Además, la población humana, siendo una específicamente,
ofrece variantes morfológicas, es decir, modificaciones orgánicas, que hacen que ciertas razas o
tipos humanos se adapten más fácilmente a ciertos climas, alimentos y condiciones del ambiente,
mientras que otras requieren un cuadro físico completamente distinto. Es evidente que los
esquimales, abandonados a sus propios recursos, no lograrían arraigarse en los valles del
Amazonas, como lo es que los negros africanos del golfo de Guinea no podrían aclimatarse en
los témpanos glaciales de la Groenlandia.
El hombre, como las plantas, necesita un ambiente propicio para vivir y perpetuarse. Sin
embargo, también como las plantas, se encuentra en casi todas las latitudes y rincones del
planeta. Su presencia es la confirmación de la posibilidad de vida; su abundancia o escasez ha
sido hasta hoy el registro de las posibilidades económicas. En otras palabras: el hombre y la
economía son inseparables. Donde no hay población no hay economía.
Idealmente, dividimos nuestro planeta en hemisferio norte y hemisferio sur. Partiendo del
círculo máximo de la Tierra —el ecuador—, la mitad que culmina en el polo ártico o magnético,
el Polo Norte, contiene más de las tres cuartas partes de tierra habitable, y el resto se halla al sur
del ecuador, en la mitad que culmina en el polo antártico. Aun así, la diferencia de población
entre uno y otro hemisferio es mucho mayor: en el hemisferio norte habitan más de las nueve
décimas partes de la población total del mundo.
No es, pues, únicamente materia de extensión territorial, sino las posibilidades económicas las
que históricamente han promovido el desarrollo constante de la población humana. Las
investigaciones científicas podrán tal vez revelarnos que el hombre es originario de la Rhodesia
o de la Patagonia, pero el hecho es que la casi totalidad de la población humana ha vivido en el
hemisferio norte y tan sólo en época reciente se observa una tendencia moderada al aumento en
la población del hemisferio sur.