Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
GEOGRAFIA ECONOMICA – Manufacturas e industrias livianas
LAS INDUSTRIAS EN EUROPA
En Europa, la evolución más lenta, las divisiones estatales y mayores dificulta des ' para
procurarse materias primas, crearon un cuadro industrial más heterogéneo, más especializado y
más estable. Las industrias modernas nacieron en los talleres medievales, donde se exigía
entrenamiento, disciplina profesional y una técnica transmitida de padre a hijos como un caudal
hereditario. Antes de la mecanización intensiva, las industrias pasaron por todos los
refinamientos del arte en la concepción y ejecución de los trabajos. Cada país creó su propio
estilo y casi siempre su propia calidad. Los paños ingleses y los casimires franceses, con ser
ambos excelentes, nunca se confunden; la cristalería de Suecia, de Dinamarca o de Austria
llevan cada una su sello característico; el hierro fundido o forjado en Praga es muy distinto del
de Toledo; los lienzos de Belfast son siempre más finos que los de Milán; la cabritilla española
tiene hoy tanto prestigio como cien años atrás; los relojes suizos conservan su crédito universal;
las sedas de Lyón, los tejidos de punto de Cataluña, la joyería y quincallería alemanas, como sus
libros y su cuchillería, los bordados y encajes flamencos, y otras mil especialidades se han
transmitido a la industria moderna a través de procesos de selección, y dentro del complejo
maquinismo se pueden todavía identificar los productos de cada región.
Tomando como modelo las industrias textiles, tan extendidas y perfeccionadas en la Europa
occidental, cabe pensar que todo el algodón, el lino, la seda y otras fibras tienen que importarse
de lejos, corno la mayor parte de la lana que se consume. Hasta muy recientemente, países
productores de algodón, lino y lana, como el Brasil y la Argentina, no llegaron a ser productores
de tejidos en escala apreciable. Las manufacturas textiles europeas ocupan a millones de
personas y, aunque carezcan de materias primas, tienen todo lo demás, particularmente un
mercado extenso y seguro. Pero las tejedurías de seda natural se concentran especialmente en el
sudeste de Francia y todo el norte de Italia, donde, como era de esperar, se desarrollaron más
que en parte alguna las industrias de rayón. El lino sigue trabajándose con predilección en el
norte de Irlanda, Bélgica, norte de Francia y este de Alemania. La tejeduría de lana, como la de
algodón, está muy repartida, pero preponderan Gran Bretaña y Francia, como en los Estados
Unidos preponderan los Estados de la Nueva Inglaterra.
Las manufacturas necesitan el ambiente de la concentración industrial, pero, desde el norte de
España al sur de Suecia, Europa es un campo industrial ininterrumpido y la abundancia de
energía eléctrica permite una mayor dispersión y la pequeña empresa, e incluso, en cierto grado,
el trabajo a domicilio. Con ello, aldeas apartadas encuentran un feliz complemento de su
economía rural y agrícola en la pequeña fábrica, que no sólo ocupa permanentemente a un
grupo de obreros, sino que reparte máquinas y trabajo a domicilio y permite emplear tiempo y
energías que de otro modo se consumirían en el ocio. Pero ello no ha sido óbice a la aparición de
los grandes centros manufactureros y a la formación de grandes industrias, que satisficieron con
creces las crecientes demandas de la población europea: al lado de los importantes astilleros
británicos, las construcciones navales en Francia, Alemania, Italia, Suecia, España, Bélgica,
Holanda y Noruega poblaron los mares de embarcaciones de todos los tipos; la fabricación de
automóviles y aeroplanos adquirió vastas proporciones en Gran Bretaña, Francia, Italia y
Alemania y se hizo respetable en España, Suiza, Polonia, Bélgica y Suecia; la fabricación de
maquinaria y herramientas ha tenido gran importancia en Alemania y el norte de Francia; la
producción de material eléctrico, fumistería, máquinas de escribir, de coser y de usos
domésticos, básculas, balanzas y aparatos de precisión se
ha generalizado, aunque Alemania
llevaba la delantera; teléfonos, aparatos de radio y de telegrafía y otros instrumentos de
comunicación, se producen en cantidades enormes, distinguiéndose especialmente Suecia.