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BOTÁNICA – Metabolismo de la planta
FOTOSÍNTESIS O ASIMILACIÓN DE CO2
El proceso más importante de la vida, sea animal o vegetal, es el de la asimilación del carbono.
Solamente las células vivas de las plantas consiguen las reacciones que vuelven asimilable el
carbono. La química moderna, cuyos progresos son incontables, hasta ahora no ha conseguido
reproducir lo que pasa en el vegetal con referencia a la asimilación del carbono. Sin el
fenómeno de la fotosíntesis no habría posibilidades de vida en la faz de la tierra, por cuanto es
el carbono, fijado por la planta, la base de todos los compuestos orgánicos que la integran y
que van a servir a los animales directa o indirectamente, pues sabido es que éstos no pueden
formar las sustancias orgánicas sino aprovechando el carbono por ellas asimilado o
preparado.
Además, por medio de la asimilación del carbono la planta almacena energía solar, que es
nuevamente libertada en el fenómeno de la respiración. También el hombre y los demás
animales consiguen la energía que necesitan para la respiración por la combustión de
sustancias orgánicas asimiladas por las plantas.
A este proceso de asimilación del carbono, que se opera en las células de las plantas verdes y
que consiste en la transformación del ácido carbónico (H2CO3) en azúcar (C6H12O6) con
desprendimiento de oxígeno, se llama fotosíntesis.
La fotosíntesis sólo puede ser realizada por los vegetales dotados de clorofila y en presencia
de luz (de donde proviene el nombre de fotosíntesis).
El carbono fijado por las células con clorofila es transformado en azúcar, en presencia de luz,
especialmente de luz solar. El azúcar producido es almacenado en las células bajo la forma de
granos de almidón, no siendo suficientemente conocidos los pormenores e intermediarios de
esa importantísima reacción química.
Como tal síntesis solamente es posible en presencia de luz y clorofila, toma el nombre de
fotosíntesis o función clorofiliana.
Una experiencia muy simple demuestra fácilmente las condiciones generales de la función
clorofiliana o fotosíntesis. Sobre una hoja verde de un vegetal vivo se fija un pedazo de
cartulina opaca, en la cual se haya recortado una palabra o un diseño cualquiera. La cartulina
se deja sobre la hoja durante un día entero. Se toma a continuación la hoja y por medio de un
baño de alcohol se extrae la clorofila, sometiéndola luego a un baño de lugol; después de
algún tiempo las partes que estuvieron iluminadas adquieren una coloración oscura,
demostrando así que solamente en ella se ha producido almidón. Tal experiencia demuestra la
necesidad de la luz en la asimilación del carbono por la planta. Si quisiéramos probar la
necesidad de la presencia de clorofila, el experimento puede ser repetido sobre una hoja
parcialmente blanca, verificando entonces que en esa parte no hay formación de almidón por
falta de clorofila.
Partiendo del almidón, las plantas pueden sintetizar todas las otras sustancias orgánicas
contenidas en sus células. Las plantas desprovistas de clorofila, como no pueden realizar la
fotosíntesis, viven (igual que los animales) de las sustancias orgánicas elaboradas por otros
seres vivos.
Se llaman autótrofas las plantas verdes (plantas que se alimentan por sí mismas), mientras
que se denominan heterótrofas las plantas desprovistas de clorofila (que se alimentan a
expensas de otras); éstas pueden ser parásitas o saprofitas, según se alimenten con perjuicio
de los organismos vivos de donde retiran alimentos o de materia orgánica muerta en
descomposición, respectivamente.