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BOTÁNICA –La hoja
ÓRGANO DE GRAN IMPORTANCIA PARA EL VEGETAL
El tercer órgano de las cormófitas es la hoja, distinguiéndose en general de la raíz y del tallo
por su forma achatada, sus dimensiones reducidas y su crecimiento limitado. Es cierto que
algunas plantas presentan hojas de grandes dimensiones (bananero o plátano, irupé o victoria
regia, iñamé, etc.), pero constituyen excepciones, pues las hojas son generalmente pequeñas.
Por lo común, la hoja está formada por tres partes: el limbo o lámina es la parte larga y
achatada; el pedúnculo, que une la hoja al tallo y que se denomina peciolo, y la vaina, que es
una parte más o menos alargada del pecíolo que envuelve al tallo en el lugar de su inserción.
No todas las hojas presentan esas partes, pudiendo faltar en algunas de ellas. Comúnmente
las hojas presentan limbo y pecíolo.
Hoja mostrando las diversas partes que la componen: A, pecíolo; B, ala del pecíolo; C,
nervaduras; D, limbo.
La hoja dotada de vaina se denomina invaginante, y si ésta envuelve más o menos al tallo se
denomina amplexicaule.
Conforme a la mayor o menor longitud del pecíolo se denominan longopecioladas y
cortopecioladas. Cuando la hoja no tiene pecíolo se denomina hoja sésil. El pecíolo puede
presentar ligeras expansiones laterales de la naturaleza del limbo, caso en que se llama pecíolo
alado. En la parte en que el pecíolo se une al tallo suele presentar una intumescencia
denominada cojín o pulvinulo, que proporciona movimiento a las hojas en las plantas en que
éstas están dotadas de movimientos destinados a protegerlas contra los excesos de
transpiración o de iluminación.
Hoja de Leguminosa mostrando el pulvínulo.
En las hojas del bananero o plátano (Musa, sp. varias) la superposición de las vainas da lugar
a la formación del seudo tallo.
Ciertas hojas presentan en el punto de inserción de la vaina en el limbo una pequeña
expansión foliácea, conocida por el nombre de lígula, que cuando tiene gran desarrollo y
envuelve el tallo se llama ocrea.
Otras presentan en el punto de inserción en el tallo dos expansiones laterales denominadas
estípulas, que acompañan al pecíolo hasta cierta altura, como se observa en el rosal. Hay
ciertas estípulas que sólo aparecen cuando las hojas aún están en el cono vegetativo, como
protegiendo su formación, denominadas estípulas caducas. Las estípulas pueden ser libres o
caulinares o más o menos adherentes al pecíolo, siendo entonces peciolares o vaginales. En las
hojas compuestas los folíolos pueden presentar pequeñas estípulas o estipetas.
A, estípulas de "arveja" (Pisum sativum) envolviendo al tallo con apariencia de hojas; B,
estípulas de Ficus pumila.
El limbo, que es la parte más importante de la hoja, porque desempeña un papel
preponderante en la nutrición de la planta, presenta dos caras, el ápice, la base y las márgenes.
Las caras son: superior o ventral e inferior o dorsal. La primera, generalmente lisa, suele ser de
un verde más intenso que la inferior.
En algunas plantas el limbo puede faltar y, en este caso, el pecíolo se presenta aplanado,
teniendo el nombre de filodio, que desempeña la función de la hoja. Muchas veces el filodio
aparece en sustitución del limbo normal.
Filodios de acacia (Acacia heterophyla).
A veces los limbos de las hojas sésiles, insertadas en un mismo nudo del tallo, se presentan
unidos por la base, dando la impresión de que el tallo la atraviesa. Estas hojas se denominan
concrescenles.
Acontece también que una hoja sésil presenta en la base dos expansiones llamadas aurículas,
que se sueldan alrededor del tallo, apareciendo la hoja atravesada por éste: son las hojas
denominadas perfoliadas.
Cuando el limbo recorre cierto trecho del tallo la hoja se llama decurrente (a); en b vemos
hojas sésiles en disposición dística; en c, hojas adheridas y en d, perfoliadas.