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BOTÁNICA –La hoja
ÁPICE DE LA HOJA
Si consideramos el aspecto del ápice de la hoja tenemos:
Acuminada, cuando próxima al ápice se afina rápidamente formando una punta estrecha,
como, por ejemplo, la hoja de Ficus religiosa.
Aguda, cuando el ápice se presenta afilado progresivamente, terminando por consiguiente en
punta.
Cuspidada, si el ápice termina en punta aguda o dura.
Emarginada, cuando el ápice es chanflado, sin presentar puntas.
Mucronada, si termina en punta dura y aguda.
Obtusa, cuando el ápice es más o menos redondeado.
Retusa o chanflada, cuando presenta una reentrancia poco profunda.
Truncada, cuando el ápice desaparece, quedando el limbo truncado.
También el aspecto de la superficie del limbo puede presentar varias características que dan la
denominación a la hoja.
Afelpada es la hoja que presenta un limbo con pelos muy cortos, suaves y abundantes,
semejantes al terciopelo.
Ciliada, si tiene pelos en las márgenes.
Escabra, si es muy áspera al tacto.
Glabra, si no presenta ninguna pilosidad.
Híspida o hirsuta, cuando presenta pelos duros como si fuera una escoba.
Lanosa, si presenta pelos semejantes a lana.
Lisa, si además de glabra no presenta rugosidades, caso más común.
Pilosa, si tiene pelos largos y esparcidos.
Pubescente, con pelos cortos y densos.
Fugosa, cuando el limbo es arrugado como en la hoja de la caoba (Anacardium occidentale).
Tomentosa, si los pelos son largos, suaves y dentados, formando un fieltro.
Verrugosa, cuando presenta salientes duras.