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BIOLOGÍA - La herencia en el hombre
CARACTERES LIGADOS AL SEXO
El daltonismo o incapacidad de distinguir ciertos colores, como el verde del rojo, depende de
un gen recesivo situado en el cromosoma X. En la mujer, como en la hembra de las drosófilas,
hay dos cromosomas X, mientras que en el hombre, como en los machos de las drosófilas, hay
sólo uno.
Si el único cromosoma X de un hombre lleva el gen del daltonismo (que llamaremos d), él será
daltónico (aunque tenga este gen en dosis simple), porque no tiene su antagónico normal N.
Una mujer que tenga sólo un gen d, no será, sin embargo, daltónica, porque tendrá en el otro
cromosoma X el gen N dominante.
Ahora bien: el único cromosoma X de un hombre proviene siempre de su madre, pues del
padre recibe el Y; así, una mujer normal, pero portadora de un gen d, puede transmitirlo al
hijo y él será daltónico. Sus hijas serán, sin embargo, todas normales si el padre no es
daltónico, porque el padre les transmitirá el gen N.
Por el contrario, un padre daltónico (d) transmitirá el gen d sólo a las hijas, que serán
normales si la madre lo es, mientras que no lo transmitirá a los hijos, que sólo reciben del
padre el cromosoma Y.
Así, por estar el gen anormal situado en el cromosoma X, la herencia del daltonismo toma un
aspecto singular. Como en general sólo uno de los progenitores tiene el gen d, las mujeres casi
nunca son daltónicas, pero transmiten a los hijos varones el gen que producirá en ellos el
defecto; y los hombres, que son los que sufren la anormalidad, nunca transmiten a los hijos
varones el gen anormal, y sí a las hijas, que con todo, son normales.
La hemofilia, enfermedad que hace muy difícil la coagulación de la sangre en caso de heridas,
también depende de un gen recesivo ligado al sexo, y se transmite, por lo tanto, del mismo
modo que el daltonismo.
La hemofilia se hizo célebre por haber afectado a varias familias reales de Europa. La reina
Victoria era normal, pero transmisora del gen recesivo de la hemofilia. Una de sus nietas,
zarina de Rusia, la transmitió al príncipe heredero, y la familia real pasó a ser víctima del
monje Rasputín, que, a cambio de promesas de curación la dominaba por completo.
Otra nieta de la reina Victoria fue la madre del príncipe de Asturias, ex heredero del trono de
España, muerto a consecuencia de una hemorragia que no fue posible detener (por ser
hemofílico), después de un accidente de automóvil en los Estados Unidos.
La calvicie hereditaria sólo surge de modo manifiesto en los hombres, pero no se trata de un
carácter ligado al sexo; el gen que la determina no está en el cromosoma X. Se manifiesta sólo
en los hombres, aunque sea transmitida tanto por ellos como por las mujeres, porque el gen
respectivo sólo consigue manifestar sus efectos cuando actúan en el organismo las hormonas
masculinas, y no las femeninas.
Es carácter dominante, bastando por lo tanto un gen en el hombre para hacer de él un calvo
irremediable.