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BIOLOGÍA - La formación de los seres
LA SEGMENTACIÓN DEL HUEVO
Todos los seres originados por reproducción sexuada provienen de una célula inicial única, la
célula huevo, resultante de la fusión de la célula reproductora masculina, el espermatozoide,
con la femenina, el óvulo. En el huevo de gallina la clara es sólo un alimento sin vida
destinado a ser utilizado durante el desarrollo del embrión. Es la yema la célula huevo; pero
su parte viva se reduce prácticamente al núcleo microscópico envuelto por una pequeña
porción de protoplasma vivo; el resto está formado por sustancias alimenticias inertes
llamadas vitelo, incluidas en el citoplasma.
(I), huevo de gallina: a, cámara de aire; c, clara; y, yema.
(II), cicatriz vista al microscopio, constituida por muchas células que forman una mórula
achatada.
Un huevo fecundado da ya comienzo a su desarrollo al ser puesto por la gallina. El núcleo de
la célula huevo se divide varias veces, formando un conjunto de células que se nos aparece
como un disco más claro, el área germinativa o cicatriz, en la superficie de la yema. Las
divisiones celulares no alcanzan, sin embargo, al vitelo. Los huevos del comercio,
provenientes en general de gallinas aisladas de los gallos, no son fecundados, y por lo tanto
no tienen cicatriz. De ésta, durante la incubación, se va originando el embrión, que se alimenta
primero del resto de la yema (vitelo) que queda anexo a su cara ventral, y luego de la clara.
Los huevos de otras aves, de los reptiles y de muchos peces, tienen igualmente enorme
cantidad de vitelo, que tampoco participa en las divisiones celulares y forma el saco vitelino,
anexo al embrión.
Pero los huevos de otros animales, como los equinodermos (erizos de mar), el anfioxo y casi
todos los mamíferos, no tienen prácticamente vitelo. Pueden prescindir del vitelo porque el
embrión extrae sus alimentos del agua de mar o, en el caso de los mamíferos, del organismo
materno. Como no hay vitelo, las divisiones iniciales del huevo lo atraviesan de lado a lado
originando células iguales.
Los anfibios (ranas, sapos, tritones), tienen huevos de tipo intermedio, con una cantidad
moderada de vitelo que predomina en uno de los polos del huevo, el polo vegetativo, opuesto
al polo animal, donde se hallan el núcleo y la mayor parte del citoplasma activo. En este caso
la segmentación alcanza a todo el huevo, pero las células formadas en el polo vegetativo son
mucho mayores que las del polo animal, por contener mucho más vitelo.
En el caso de las aves y de los reptiles, pues, la segmentación del huevo es parcial; en el de los
anfibios es total y origina células desiguales; en el de los mamíferos es total y de ella resultan
células iguales. Así, la cantidad de vitelo influye en el tipo de segmentación; pero a pesar de
las diferencias que derivan de ello, las primeras etapas de la embriogénesis son comparables
en todos los pluricelulares. Comenzaremos examinándolas en el anfioxo, animal que se
considera intermedio entre los invertebrados y los vertebrados.