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BIOLOGÍA - Eugenesia
LA ESTERILIZACIÓN
Más de veinte estados norteamericanos y algunos países europeos (Suiza, Finlandia, Estonia,
Alemania, etc.) tienen una legislación que determina la esterilización obligatoria de los
portadores de graves enfermedades hereditarias. Estas enfermedades son, con pequeñas
variantes, las siguientes: oligofrenia congénita (idiotas, imbéciles y débiles mentales),
esquizofrenia, locura maníaco-depresiva, epilepsia hereditaria, corea de Huntington, ceguera
hereditaria, sordera hereditaria y graves deformidades hereditarias.
La esterilización quirúrgica en el hombre es una operación sencilla (sección y ligadura del
canal deferente, con que se impide la expulsión de los espermatozoides). En la mujer exige la
apertura del peritoneo para ligar las trompas. En ningún caso, sin embargo, la esterilización
perjudica los impulsos o actividades sexuales.
La eficiencia de la esterilización como medida eugenésica varía según el tipo de herencia
considerado. Puesta en práctica con rigor, eliminaría en pocas generaciones cualquier
enfermedad producida por un gen dominante que se manifieste antes de la pubertad. Pero en
el caso de la corea de Huntington, por ejemplo, surge una dificultad: aunque producida por
un gen dominante, la enfermedad sólo aparece en la madurez, cuando el individuo, en
general, ya se ha reproducido.
En cambio, en las enfermedades que dependen de gen recesivo, la eficacia de la esterilización
como medida eugenésica se torna muy reducida. Para cada oligofrénico de una población hay
quizá treinta portadores sanos de un gen recesivo de oligofrenia. De los que nacen
oligofrénicos, sólo el 11% tiene uno de los padres oligofrénico; el 89% restante proviene de
padres normales, portadores ambos de un gen anormal. Así, esterilizando todos los
oligofrénicos de una generación, reducimos apenas en un 11% los oligofrénicos de la otra. Y
cuanto menor es el número de oligofrénicos, es mayor el porcentaje de oligofrénicos que
nacen de padres sanos, y, por lo tanto, es menor la eficacia de la esterilización.
De cualquier modo, la esterilización de los anormales graves hereditarios es siempre útil, y los
más beneficiados son los propios esterilizados, que pueden ejercer normalmente la actividad
sexual sin temor de legar a un hijo su anormalidad.