Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
BIOLOGÍA - Parasitismo
LAS PLANTAS PARÁSITAS
Por ser capaces de fabricar sus alimentos orgánicos, sólo excepcionalmente las plantas verdes
son parásitas. Las orquídeas, bromelias y muchos otros vegetales que viven sobre las ramas de
los árboles son injustamente llamados parásitos, cuando en realidad son simples epífitas, que
viven sobre los árboles sin extraer nada de ellos.
La hierba del pajarito (Psittacanthus coriaceum) es un parásito verde, aunque parezca a
primera vista una simple trepadora. Sus raíces, después de recorrer muchos metros
horizontalmente por debajo de la tierra y en varias direcciones, suben por los troncos de
diversos árboles, a la distancia, sumergiendo en ellos sus terminaciones chupadoras.
Al contrario de lo que ocurre con la hierba del pajarito (lorantáceas), que además del
rendimiento que le proporciona el parasitismo hace también fotosíntesis, el "cipó-chumbo"
(Cuscuta), es un magnífico ejemplo de cómo la vida parasitaria va acompañada de la atrofia
de los órganos que se tornan inútiles. Esta planta consta de filamentos anaranjados que
forman sobre el huésped una maraña donde brotan minúsculas flores. No tiene clorofila, ni
hojas, ni raíces, ni cotiledones. La semilla germina empleando todas sus reservas en la
confección de un asta que da vueltas en busca de una víctima. Si no la encuentra muere
fatalmente; pero si se apoya en una rama, al cabo de poco introduce en ella sus cuñas
aspiradoras de savia. Abundantemente nutrido a expensas de su víctima, el "cipó-chumbo",
perdiendo contacto con el suelo, crece y se ramifica, pasando de copa en copa.
La Rafflesia Arnoldi de la India está más degradada aun por el parasitismo. Su cuerpo
vegetativo se reduce a filamentos ramificados dentro de las raíces de ciertas lianas. Pero el
botón floral emerge de la corteza de la raíz parasitada y se expande en el aire, produciendo la
mayor flor del mundo, de un metro de diámetro, carnosa, con olor a carne en putrefacción,
que atrae nubes de moscas polinizadoras. El acumulo de sustancia nutritiva en esta flor
colosal muestra el gran rendimiento de la vida parasitaria.