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BIOLOGÍA - Instinto e inteligencia
PRUEBA DEL ERROR
La complejidad de la coordinación entre la excitación y la respuesta, que caracteriza el acto
inteligente, es tanto mayor cuanto más desarrolladas están la memoria y la asociación de
ideas. La primera se encarga de guardar el mayor número posible de hechos de la experiencia
pasada; la segunda, de escoger entre ellos los que, teniendo alguna analogía con la situación
actual, pueden servir como ejemplo.
Muchos mamíferos tienen buena memoria (aunque incomparablemente inferior a la nuestra),
pero sus asociaciones de ideas son aún muy rudimentarias.
Por ejemplo, un perro preso en una jaula acaba aprendiendo por sí mismo a abrir el pestillo
por el método de la prueba del error. Intenta de todas formas actuar sobre la puerta sin
conseguir nada. A cada ensayo errado sigue otro, hasta que por casualidad golpea con la pata
en el lugar preciso para recordar cuál fue el ensayo eficaz, y colocado nuevamente en la jaula,
ejecuta el movimiento que la abre.
Pero él no comprende por qué se abrió el picaporte y no es capaz de generalizar el hecho
aprendido para el caso de otras trabas colocadas en posiciones diferentes. Es que su capacidad
de asociación de ideas es aún muy limitada.
Del mismo modo un ratón aprende por ensayos sucesivos a salir con seguridad de un
laberinto, pero si lo colocamos en un laberinto simétrico del primero, como si fuese su imagen
especular (cuando en el primer laberinto el camino vira hacia la derecha, en el segundo vira
hacia la izquierda, etc.), el ratón se muestra tan ignorante como al principio del entrenamiento
anterior. No consigue asociar la forma de los dos laberintos y transferir el aprendizaje virando
para el lado simétrico en todas las vueltas, como haría una criatura.
El acto inteligente cuyo método es la prueba del error, es aún primitivo. No hay todavía
comprensión de un problema, raciocinio. El animal, ante un obstáculo a la realización del
objeto a que apunta, actúa al acaso, de las más diversas maneras, hasta acertar con la que es
eficaz; su memoria registra la prueba eficaz, que será repetida siempre que la situación se
presente.
Esporádicamente el hombre puede usar el mismo método, por ejemplo cuando, bajo gran
presión emotiva, golpea desesperadamente en las paredes de la prisión donde fue arrojado.