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ZOOLOGIA - Los animales esponjosos o poríferos
LA REPRODUCCION DE LAS ESPONJAS
Las esponjas se reproducen por procedimientos sexuales y asexuales. Cualquier fragmento de
esponja da origen a otra, propiedad que se utiliza para fomentar la producción de las esponjas de
valor comercial. En la naturaleza, la reproducción asexual se realiza por medio de las gémulas. La
reproducción sexual tiene lugar mediante la fecundación entre los gametos masculinos y
femeninos. La misma esponja puede producir los dos gametos (hermafrodita) o una sola clase de
éstos (unisexuada). Los gametos se originan en algunas de las células ameboideas del
mesénquima, las cuales, después de ciertas' divisiones, se transforman en óvulos o en
espermatozoides. Una vez maduro, el espermatozoide abandona el mesénquima y cae en la
cavidad central de la esponja, desde donde puede ser arrastrado al medio exterior y entrar en otra
esponja. El óvulo queda retenido en el mesénquima, de manera que el espermatozoide entra en la
cavidad central de la esponja, alcanza una de las cavidades vibrátiles y penetra en un coanocito
(en las esponjas calcáreas) o en una de las células ameboideas del mesénquima (en las demás
esponjas), y en cualquiera de los dos casos, dichas células transportan el espermatozoide hasta
junto al óvulo y allí lo abandonan. A continuación siguen la fecundación y la formación del
huevo.
DESARROLLO DEL HUEVO. En los espongiarios, el desarrollo del huevo tiene una importancia
extraordinaria, pues se cree que difiere del de los demás metazoarios por presentar una inversión
de las dos hojas iniciales; la hoja ectodérmica de los espongiarios correspondería a la endodérmica
de los otros grupos del mismo subreino. Otro fenómeno curioso del desarrollo de estos animales
es la inversión de las superficies, que no hay que confundir con dicha inversión de las hojas
embrionarias. El fenómeno de la inversión de las superficies ocurre al formar el huevo una capa
de células limitando una cavidad de segmentación interna, que se comunica con el exterior, como
si fuera una esfera hueca, por un orificio, el cual va aumentando poco a poco hasta que la esfera se
vuelve del revés; su cara interna pasa entonces a ser una cara externa, y viceversa, con lo que se
invierten las dos superficies.