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PSICOLOGIA - Problemas y resultados de la psicología diferencial
LA LLAMADA PERSONALIDAD ESQUIZOIDE O "HERMETICA" (DISCORDANTE)
En ostensible discrepancia con el tipo que acabamos de describir se halla la personalidad "fría",
"lunática", "extraña", aparentemente incomprensible y a menudo inabordable, de los
individuos llamados esquizoides. En tanto los sintónicos propenden a oscilar entre la alegría y
la tristeza, los esquizoides oscilan entre la indiferencia y la irritabilidad; se muestran
insensibles (en realidad, impenetrables) ante las solicitaciones del ambiente o, por el contrario,
reaccionan con una violencia inusitada y discordante. Por eso las gentes los designan como
"originales", en el mejor de los casos, y propenden a apartarse de su trato, con lo que no hacen
sino favorecer su tendencia a enquistarse y recluirse en su propio y privado mundo interior.
La actitud resultante de este modo de ser, si se exagera, conduce al llamado "autismo", o sea, a
un estado en que el sujeto vive solamente para atender a sus ensueños y fantasías, con
absoluto desprecio del mundo que le rodea. Un paso más y entrará definidamente en el
campo patológico, pues subordinará ese mundo exterior a su fantasía y de esa suerte invertirá
los términos del normal existir, en el que, claro está, la fantasía es subordinada, tarde o
temprano, a la realidad.
Esta personalidad ha sido muy bien estudiada por Bleuler y por Kretschmer (el primero ha
sido el más célebre psiquiatra suizo y el segundo es uno de los mejores psiquíatras alemanes
del siglo actual). Dichos autores han diferenciado en ella algunos tipos bien característicos: a)
El tipo sensitivo-resentido; se trata de individuos femeninos o un tanto afeminados, de finos
modales y carácter "delicado" que parecen a primera vista "tímidos", aun cuando la realidad es
que albergan sentimientos reprimidos de hostilidad hacia el ambiente, como lo prueba el
hecho de que con gran facilidad se consideran ofendidos y se resienten por cualquier acto que
consideren injusto o desatento. b) El tipo de aristócrata-altanero, aparentemente opuesto al
anterior, tiene, sin embargo, de común con él la distancia que interpone entre su Yo y el
mundo exterior. Ese tipo es sumamente frecuente de encontrar en los oficiales del antiguo
ejército prusiano: de modales rígidos, ceremoniosos y un tanto afectados, solamente se
relacionan con un estrecho círculo de personas, no llegando, en realidad, a intimar con nadie y
viviendo en un estado de narcisismo o autoestimación exagerada. c) El tipo fanático. Se le
encuentra con relativa frecuencia entre los propulsores más destacados de sistemas políticos,
religiosos o filosóficos y se distingue por su intransigencia y su absoluta sumisión a un
pequeño número de principios, sin capacidad de matización en ellos (un ejemplo de esta
variedad lo hallamos en Robespierre). d) El tipo embotado-egoísta. Se presenta con una
personalidad basta, vulgar, insensible, indiferente a cuanto no sea la obtención de sus propias
y extravagantes satisfacciones. Vive entre los demás, pero no con los demás, y es, desde luego,
incapaz de prestar apoyo a nadie.
Puede confundirse aparentemente con el tipo del tonto, pero ante un examen más atento se ve
que su inteligencia es normal o, inclusive, superior al promedio.