PSICOLOGIA - Diagnóstico de peculiaridades psicológicas individuales
LOS CUESTIONARIOS PSICOLOGICOS
Estos son series de preguntas que han sido elaboradas para explorar los conocimientos, las
elaboraciones discursivas, las reacciones sentimentales, las actitudes y opiniones o los planes
de acción del individuo ante diversos tipos de problemas y situaciones de la vida individual o
social, en sus diversos aspectos (biológico, natural, científico, estético, jurídico, económico,
político, social, religioso, filosófico, etc., sin renunciar al estrictamente psicológico). Tales
cuestionarios han de hallarse redactados en forma clara y concisa, de modo que puedan ser
exactamente comprendidos por quienes han de responderlos. Además, han de contener
instrucciones igualmente claras respecto a los límites y la naturaleza de las contestaciones.
Finalmente, tienen que agregar la pauta o base de clasificación y valoración de las
contestaciones obtenidas.
De acuerdo con estas posibilidades dichos cuestionarios pueden dividirse en diversas clases.
Así, hay algunos que son puramente optativos y en ellos el interrogado solamente ha de
contestar si o no, permitiéndosele, a veces, poner un signo de interrogación (?) si no entiende
la pregunta o si la respuesta ha de ser ambivalente (es decir, neutra). Entre los cuestionarios
de este tipo merece citarse por su difusión el llamado Inventario Personal de Bernreuter, que
contiene 125 preguntas con las que se trata de averiguar el grado de predisposición a la
neurosis, el grado de seguridad y autosuficiencia, el grado de sociabilidad, el grado de
tendencia al dominio o la sumisión, etc., de quienes lo contestan.
Otros cuestionarios son selectivos y en ellos junto a cada pregunta se dan, ya impresas, varias
contestaciones, entre las que el examinado ha de subrayar la que se ajuste mejor a su modo de
pensar. (Un ejemplo notable de este tipo lo constituye el "Educational Background
Questionnaire" (Ed. Laidlaw Brothers.)
Finalmente, muchos cuestionarios son libres, en el sentido de que dejan en completa libertad
al individuo para formular su contestación: otros, son mixtos, hallándose integrados por
preguntas y respuestas de los tipos anteriormente citados.
Las ventajas de los cuestionarios, en general, son las siguientes: a) uniformizan las preguntas y,
por tanto, dan una base de posible comparación humana; b) por ser elaborados de modo
impersonal hieren menos la susceptibilidad de cada interrogado; c) pueden ser contestados
simultáneamente por un gran número de personas, evitando así su influencia recíproca. En
cuanto a los inconvenientes, no son menores; a) no es fácil que resulten de igual interés y
dificultad para quienes han de contestarlos; b) difícilmente cubren todo el campo de
investigación, de modo que tienen preguntas que "sobran" y, en cambio, carecen de otras que
"faltan"; c) por dejar tiempo a la reflexión permiten que las respuestas sean mucho menos
sinceras.
Los cuestionarios psicológicos, no obstante, son sumamente usados en la actualidad, sobre
todo para obtener información acerca de las peculiaridades afectivas y las opiniones sociales
de las personas a quienes conviene conocer. Para el resto de los aspectos de su actividad se
emplean preferentemente, en cambio, los denominados "tests" o "reactivos" mentales de que
nos vamos a ocupar seguidamente.
(La línea demarcatoria entre los cuestionarios psicológicos y los demás es sumamente laxa. En
cierto modo, todos los exámenes escritos se basan en el cuestionario; pero entonces no se trata
tanto de obtener datos acerca de lo que la persona es como de comprobar lo que sabe en un
campo particular de la cultura.)
