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PRIMEROS AUXILIOS - Intoxicaciones
INTOXICACION POR ALIMENTOS
En la intoxicación por alimentos habrá que considerar dos eventualidades: el estado
constitucional de las personas, y el factor tóxico de los alimentos.
1) INTOXICACION QUE DEPENDE DEL ESTADO CONSTITUCIONAL DE LAS PERSONAS.
En este caso se produce una intoxicación por alimentos en buenas condiciones, pero que no
son apropiados para determinadas personas. Un ejemplo clásico sería el niño de pocos meses
que no consiente ningún alimento, a excepción de la leche. Otro caso es el de las personas
operadas de la vesícula biliar, o los diabéticos, etc., las cuales tienen que seguir determinado
régimen y si cometen transgresiones a él, la ingestión de alimentos
sanos puede causarles
serios trastornos. Por último, un tercer caso es el de aquellos cuyo estado constitucional no les
permite comer determinados alimentos, con preferencia mariscos, huevos y otros,
manifestándose la intolerancia por urticaria, eczemas y hasta ataques de asma. Esto es la
alergia alimenticia.
2) INTOXICACION POR MAL ESTADO DEL ALIMENTO. Un alimento no será apto para el
consumo en las siguientes condiciones: Por contaminación accidental a causa de un tóxico. —
En la preparación del alimento, sea en la industria como en el hogar, se puede, por
equivocación, agregar un tóxico, o en los alimentos envasados, el metal del envase puede
impregnar al contenido. Es útil recordar que no deberán conservarse alimentos que contengan
vinagre en vasijas de cobre, porque el vinagre ataca al mencionado metal formándose un
producto tóxico, el "cardenillo".
Alimentos tóxicos por si mismos. En las páginas anteriores se han mencionado los vegetales
que contienen glucósidos cianogenéticos, los cuales producen una intoxicación semejante a la
de los cianuros. Son las habas, los porotos, la mandioca. Otros alimentos sumamente tóxicos
son los hongos venenosos. Su intoxicación se caracteriza por vómitos, diarreas sanguinolentas,
grandes cólicos, lipotimias, palidez y a veces convulsiones. Estos síntomas, sin embargo,
pueden variar según la especie del hongo productor de la intoxicación.
No todos los hongos son venenosos. Los comestibles se distinguen de los tóxicos en que estos
últimos tienen durante su crecimiento una delicada membrana, llamada volva, que cubre el
pie y el sombrero del hongo. En el hongo ya desarrollado la volva se desgarra, quedando los
restos adheridos al sombrero y al pie, donde forma un rodete, muy visible para el conocedor.
Por tanto, se rechazarán los hongos frescos que no tengan pie. Está muy arraigada la creencia
de que se puede destruir la toxicidad del hongo mediante diversos procedimientos. Esto es
absolutamente erróneo.
También las ostras y algunos pescados pueden ser tóxicos por sí mismos.
Toxiinfecciones (intoxicaciones bacterianas). Con toxiinfección se quiere significar la
intoxicación por alimentos contaminados por bacilos. Es la más frecuente. Los bacilos
productores de la enfermedad son las salmonellas, colibacilos, etc., productores de las
intoxicaciones por helados, cremas, masas, pescados, etc. Pertenece también a este grupo el
botulismo, que es una intoxicación producida por el bacilo botulino que se desarrolla en los
alimentos en conserva, sean verduras, carnes o frutas. Casi siempre es una intoxicación mortal.
Falta todavía otro grupo de intoxica-dones, que son las provocadas por ptomaínas, unas
sustancias tóxicas que se desarrollan en los tejidos en putrefacción. Pueden producir
envenenamientos muy graves y hasta la muerte.
SINTOMAS DE LA INTOXICACION POR ALIMENTOS. Los primeros síntomas que se
presentan son vómitos y diarreas, acompañados de cólicos. A éstos se agregan a veces fiebre,
sudores fríos y dolores de cabeza. Estos síntomas son los mismos para cualquier tipo de las
intoxicaciones por alimentos; sólo el botulismo es distinto.
La intoxicación botulínica no presenta vómitos ni diarreas, sino que, por el contrario,
comienza por una constipación muy rebelde. Después, como el bacilo botulínico se localiza en
los centros nerviosos, aparece pesadez en los párpados y el intoxicado no puede abrir los ojos;
si mira, ve dobles los objetos (diplopía). En ciertos casos son tan marcadas estas lesiones
visuales, aunque faltando casi por completo otros síntomas, que el enfermo recurre al oculista.
Pueden, sin embargo, agregarse otros signos que corresponden a la fijación de la toxina
botulínica sobre los nervios craneanos. Apareciendo así sequedad de la boca, dificultad para
deglutir; otras veces
el enfermo no puede hablar, por la parálisis de la lengua. Su estado
general también está comprometido: no abandona la cama, donde está inmóvil, indiferente a
cuanto le rodea, pero completamente lúcido y consciente de su gravedad. La muerte se
produce cuando la toxina se fija en los centros respiratorio y circulatorio.
TRATAMIENTO. Toxiinfecciones: Con el vómito y la diarrea el intoxicado elimina las
sustancias tóxicas; por eso conviene estimularlos. Si la diarrea falta, se dará un purgante
enérgico (sulfato de sodio y sulfato de magnesio, 30 g. de cada uno) o se hará una enema
purgante. Si, por el contrario, la diarrea es muy profusa y con grandes cólicos, habrá que
recurrir al láudano. El intoxicado debe quedar en reposo, con envolturas calientes en el vientre.
El primero y el segundo día la dieta debe ser exclusivamente líquida a base de jugo de frutas,
con preferencia jugo de limón o naranjas exprimidas. Es muy importante hidratar al enfermo,
porque ha perdido muchos líquidos. Después del segundo día se comenzará a alimentarlo con
puré de papas, caldo de gallina, agua de arroz. Paulatinamente y con prudencia se irá
aumentando la comida.
Botulismo: Para esta intoxicación el único tratamiento es el suero antibotulínico, en inyección
intramuscular o endovenosa, si el caso es muy grave. Se adquiere en ampollas de 50 cm.
cúbicos y se harán una o dos por día. Si no se pudiera conseguir este suero específico, se
utilizará el suero antidiftérico.
Antes de administrar cualquier suero se averiguará si el enfermo no ha recibido una inyección
de cualquiera de ellos, por la posibilidad de producir un shock anafiláctico.