Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
MUSICA - Teoría de la armonía
El cuadro primitivo de las consonancias, con el desarrollo de la teoría armónica, de la que éstas
son la base, hubo de ser discutido. El unísono y la 8ª, puesto que son intervalos formados por
notas que producen el mismo efecto musical, aunque no son disonancias, no pueden tampoco
ser considerados como consonancias activas.
La 5ª mayor, o justa, es una consonancia; pero por sí sola es débil y vacía, menos en la región
grave de la gama general, en la que tiene una sonoridad llena y satisfactoria. La 4ª, si se
presenta sola y descubierta, es agria y dura, y se considera como una disonancia. Pero,
combinada con otros sonidos, formando acordes, se tiene por consonancia. En cambio, tanto la
5ª menor (o disminuida), como su inversión, la 4ª mayor (o aumentada), tienen una sonoridad
agradable que las hace merecer considerarlas como consonancias.
Las 3ª, mayores y menores, y sus inversiones las 6ª
menores y mayores son intervalos
constantemente consonantes y son los que tienen mayor valor armónico.
Los intervalos aumentados y disminuidos, por el solo hecho de serlo, tonalmente deben ser
considerados disonantes. Mas cuando, al enarmonizarlos, se convierten en consonancias,
entonces pueden ser tratados como tales consonancias. Por ejemplo: una 5ª aumentada puede
ser asimilada a una 6ª menor; una 7ª disminuida, a una 6ª mayor.
Como hemos dicho, no puede ser mayor de tres el número de sonidos que emitidos
simultáneamente formen consonancias entre sí. Este conjunto, en su aspecto más simple y
regular, toma la forma de dos 3ª, superpuestas.
A esta disposición de los sonidos por 3ª superpuestas es a lo que se da el nombre de acorde, en
el sentido más concreto y específico. Aunque también, de un modo más general, puede
llamarse acorde a una agrupación de notas según otro orden determinado. Pero el acorde tipo,
el acorde unidad, es el de tres sonidos formado por dos 3ª.
A este género de acordes se les
llama también tríadas. Como se ve en la figura que va al pie de la página del frente, se pueden
formar cuatro combinaciones con las 3ª mayores y menores, combinaciones que dan lugar a
cuatro acordes distintos.
El primero y el segundo, resultado de unir una 3ª mayor con una menor, son los más
completos y perfectos, y por eso se llaman así: acordes perfectos; el primero, mayor; el
segundo, menor, de acuerdo con el orden de las 3ª, pues los intervalos se cuentan a partir de la
nota inferior.
También se considera acorde perfecto el tercero, formado por dos 3ª menores, pues, aunque
contenga una 5ª menor (o disminuida), sus tres notas pertenecen a la escala natural del tono. El
cuarto acorde, formado por dos 3ª mayores, se llama acorde de 5ª aumentada. Por razón de
este intervalo, que no pertenece a la escala natural, este acorde no figura entre los acordes
perfectos.
A las tres notas de un acorde, o tríada, se las llama funciones del acorde. La inferior es la
fundamental, la del centro es la tercera, y la superior la quinta.
Sobre cada grado de la escala natural puede colocarse un acorde perfecto:
Estos acordes llevan el nombre del grado sobre que están colocados: acorde de tónica (I), de
dominante (V), de sensible (VII), etc. Obsérvese que los acordes situados sobre las notas
tonales (grados I, IV y V), llamados también acordes tonales, son acordes mayores; que el
situado sobre la sensible es de 5ª menor, y los demás, sobre grados menos caracterizados (II, III,
VI), son menores.
Cada acorde tiene el mismo sentido tonal, intensificado y reforzado, que el grado sobre el cual
se ha construido. Así, el acorde de tónica mantiene, con mayor autoridad, la jerarquía de
centro de la tonalidad y el sentimiento de reposo. En el acorde de dominante es más intenso el
sentido de movimiento. En el de sensible, es más fuerte la atracción hacia la tónica.
La manifestación más patente y fuerte de estas relaciones tonales la ofrece la sucesión de los
acordes de dominante y de tónica, o sea, del movimiento al reposo, llamada, como ya dijimos
anteriormente, cadencia perfecta. Es el paso de un acorde a otro situado a distancia de una 5°
más baja, o una 4° más alta. Esquemáticamente es así:
Esta sucesión, por la fuerza y la naturalidad de su acción atractiva, es el germen, como ya
dijimos, de toda la armonía.
Toda la música actual está basada sobre estos dos sentidos de la armonía, y su alternancia: el
de dominante o de movimiento, y el de tónica o de reposo, con todas las variantes y
derivaciones que de ella se pueden obtener, tales como la cadencia invertida, o semicadencia:
sucesión inversa de los mismos acordes:
La cadencia plagal
La cadencia rota, interrumpida o de engaño
Y a imitación y semejanza de estas cadencias, o sucesiones de acordes tonales a distancia de 4ª
ó 5ª, se pueden también realizar las mismas sucesiones empleando los otros acordes, menos
caracterizados los menores, de la serie de los acordes naturales.
Y sus movimientos inversos.