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MUSICA - Obras musicales con argumento
Acabamos de hablar de la música pura. Vamos a dar una idea de las variadas formas que
ofrece la música con argumento.
La música pura está, toda, destinada al concierto. La música con argumento puede ser para la
escena o para el concierto. La forma de más importancia, más completa y más representativa
de la música escénica es la ópera. La ópera, como todo el mundo sabe, es una obra dramática
puesta en música, en que los personajes cantan y la orquesta acompaña, y subraya y comenta
la acción.
FORMAS DE OPERA
Hay varias formas de ópera: la ópera melodramática italiana del siglo XIX, cuya base principal
era el lucimiento de la voz humana en el bel canto, y cuya construcción consistía en una serie
de piezas, casi independientes unas de otras (arias, dúos, coros, concertantes), unidas por
recitativos o escenas transitorias; el drama lírico wagneriano, en que el canto está supeditado a
la acción dramática que la orquesta —en una labor de alto estilo sinfónico— interpreta y
comenta.
Hay también la ópera cómica, francesa y alemana, en que los pasajes de paso entre las partes
líricas (arias, dúos, etc.) no se cantan como los recitativos de la ópera italiana, sino que se
hablan. La calificación de ópera cómica no presupone que el asunto haya de ser alegre, ligero,
divertido (esto lo era la ópera bufa italiana); al contrario, muchas de ellas son de argumento
dramático, como, por ejemplo, "Carmen", de Bizet, "Manon", de Massenet, "Der Freischutz", de
Weber. En las versiones italianas de las óperas cómicas, las escenas habladas se sustituyen por
recitativos cantados.
OPERETA
Otra forma de música escénica es la de la opereta vienesa y la zarzuela española. En estas
obras, la parte hablada es tanto o más importante que la musical. Los compositores de
operetas vienesas (entre los de nombre más popular están Franz Lehar con "La viuda alegre" y
Leo Fall con "La princesa del dollar") tienen una perfecta técnica de la composición, aunque su
música sea de carácter meloso y de un sentimentalismo muy de cabaret. En cambio, los
autores de zarzuela no han tenido nunca un dominio completo del arte de la composición, lo
que ha sido causa de que sus obras no llegaran a ser universales, a pesar de la gracia
chispeante de tantas de sus páginas, y de la viva luz que brilla tan a menudo en ellas, como en
"La Gran Vía", de Chueca, "La revoltosa", de Chapí, "Doña Francisquita", de Vives, o la mejor
de todas, "La verbena de la Paloma", de Bretón.