MUSICA - La obra musical
Los elementos esenciales de la obra musical son la melodía y la armonía.
La melodía es una serie de sonidos sucesivos que tienen una relación estética entre sí. Esta
relación surge espontánea del espíritu del artista sin que haya ley alguna que la pueda
comprender. Esta relación se manifiesta en el melos, o sea, la diferencia de tono entre las notas
sucesivas; y en el ritmo, o sea, la disposición de las notas con respecto a los acentos fuertes y
débiles del compás.
Hay dos clases de melodía: la melodía cuadrada o en verso, y la melodía infinita o en prosa. La
cuadrada está constituida por grupos iguales de compases (generalmente 2 ó 4) de parecida
fórmula melódica y rítmica, que se repiten como los versos de una estrofa. La melodía infinita
no tiene, lo mismo que la prosa literaria, ritmo aparente regular y repetido, pero gobierna su
interior una cadencia que, bien observada, muestra también poseer, más o menos
determinadas, la disposición en frases y la ordenación en estrofas.
Maravillosa muestra de melodía infinita es el sublime tema con que empieza "Parsifal":
Ejemplo característico de melodía cuadrada es el de las óperas italianas, como la siguiente:
La armonía es la sucesión estética de agrupaciones de sonidos simultáneos. La armonía, y en
sentido más general, la polifonía, al contrario de la melodía, obedece a una serie de leyes y
reglas que con el tiempo han formado un cuerpo de doctrina importante.
Además, la obra musical, como toda creación artística, ha de presentar en su desarrollo una
forma que esté de acuerdo con las normas generales de la estética. Estas normas, adaptadas a
la construcción musical, en sus diferentes formas, constituyen la composición.
Una obra de música, escrita sobre el papel, en la que se ha vertido la inspiración melódica, se
ha usado la técnica armónica o polifónica, y las reglas generales y particulares de la
composición musical, estará terminada completamente en su aspecto abstracto. Pero no
estarán expresos los medios que se habrán de emplear en su realización. Podría ser ejecutada
en el piano, en el órgano, o por instrumentos diversos, acaso por voces humanas. La mayoría
de las veces, sin embargo, las obras de música se escriben directamente para determinados
elementos instrumentales. La exposición detallada de las posibilidades técnicas y expresivas
de los instrumentos, o medios de ejecución en general, constituye la instrumentación. Y el
estudio de todas las combinaciones de los elementos instrumentales, desde las más simples, a
las más elevadas de la orquesta sinfónica, es tema de la orquestación.
