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MUSICA - La música como arte
SISTEMA DE LOS SONIDOS MUSICALES
Sin embargo, no todos los sonidos audibles se emplean en las obras del arte musical. El
número de estos sonidos sería, prácticamente, infinito. Por de pronto, hay que tener en cuenta
que el oído no distingue la diferencia entre dos sonidos más que cuando esta diferencia tiene
suficiente importancia. La diferencia, o mejor dicho, la distancia entre dos sonidos se llama
intervalo. El intervalo se mide por la razón entre los números de vibraciones de los dos
sonidos que lo forman. Así, por ejemplo, el intervalo entre el sonido de 435 vibraciones y el de
870 es: 435/870 = 1/2
Este sonido de 435 vibraciones, que hemos tomado como ejemplo, es precisamente el sonido
que sirve de punto de referencia para todos los demás sonidos que forman nuestro sistema
musical fue fijado por convenio internacional. Es el la normal, o diapasón, y está situado en el
centro de la gama de los sonidos audibles. Se llama también diapasón un pequeño
instrumento como una horquilla de metal, que al golpearlo produce este sonido, o un tubito
con lengüeta que al soplar en él da también el la normal. Con relación a este la se acuerdan o
afinan los instrumentos musicales.
El intervalo 1/2 que hemos puesto como ejemplo es, evidentemente, el más simple de todos
los intervalos. Es el intervalo que se llama de 8ª, como más adelante explicaremos. Los sonidos
que se hallan en esta relación de o sea de 8ª, tienen la particularidad de producir sobre el oído
el mismo efecto musical. Es lo que ocurre con los sonidos —y así se comprenderá bien— de
una melodía cantada por un hombre y la misma melodía cantada por una mujer. El efecto,
musicalmente, es idéntico, la tonada es igual, y si cantan juntos, se verá que cantan lo mismo.
La sola diferencia está en que el canto de la mujer es más alto que el del hombre, pero el canto
es el mismo Es que los sonidos del canto de la mujer, por causa de estar en la razón 1/2
respecto a los del hombre, tienen un doble número de vibraciones respecto de los
correspondientes del canto del hombre.
El intervalo que sigue en simplicidad al es, evidentemente, el 2/3. Por una ley superior de la
unidad del universo resulta que los sonidos que se producen según aquellas leyes
fundamentales físico-matemáticas son también los sonidos que están conformes con las leyes
estéticas del espíritu humano. El intervalo 2/3, que se llama de 5ª, como veremos después, da
lugar a un sonido que tiene un sentido musical distinto del que le sirvió de base. Tendremos,
ya, pues, dos sonidos de distinto efecto musical.
Tomando ahora por base este segundo sonido distinto, busquemos otro sonido que esté, con
relación a éste, a la distancia del mismo intervalo 2/3, y obtendremos así un tercer sonido
distinto.
Siguiendo el mismo procedimiento, iremos obteniendo sonidos siempre distintos y siempre
conformes a la organización musical del espíritu humano.
Pero al llegar al sonido distinto número 13, podremos comprobar que al poner este sonido
junto al primer sonido de esta serie (para lo cual se cambia de octava las veces necesarias, lo
que no altera, según hemos visto, su sentido musical), la diferencia entre los sonidos es tan
poca que el oído los acepta como iguales, aunque no sean idénticos. Esta diferencia se llama
coma. Así, pues, prácticamente (aunque teóricamente sean más), son sólo 12 los sonidos
distintos que forman nuestro sistema musical. Esos 12 sonidos repetidos en varias octavas,
dentro de los límites de los sonidos audibles, vienen a constituir la gama o escala completa de
los sonidos que usa nuestra música, gama que consta de 88 sonidos, correspondientes a las 88
teclas del piano, más unos pocos que sólo raramente se encuentran en algunos de los órganos
monumentales.
No llegan, pues, a un centenar los sonidos que, entre los infinitos que pueden producirse, se
utilizan en la construcción de las más grandes y complejas obras de la música.