Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
HISTORIA DE LA CIENCIA - Galileo y su obra
LUCHA POR COPERNICO
Los descubrimientos telescópicos demostraron a Galileo la caducidad del sistema geocéntrico;
las fases de Venus revelaron con toda claridad que este planeta, cuerpo opaco, gira en torno
del Sol, del cual
recibe su luz; las lunas jovianas, al circular en torno de su planeta,
representaban un modelo visible del sistema solar de Copérnico. Así, la observación del
Universo proporcionó argumentos para la nueva doctrina, y Galileo se adhirió abiertamente a
ella. Sus opiniones comenzaron a ser discutidas en los círculos teológicos y terminaron por ser
denunciadas a la Inquisición. Entre tanto, la Congregación Romana del Indice había
condenado la obra de Copérnico como contraria a la Sagrada Escritura, y en 1616 Galileo fue
amonestado e invitado a abandonar la doctrina prohibida. Sin embargo, cuando Urbano VIII
ascendió en 1623 a la silla de San Pedro, Galileo, confiado en la protección del nuevo pontífice,
estimó propicio el momento para exponer a la luz de la nueva ciencia la intrínseca
verosimilitud de la tesis heliocéntrica. Su Diálogo acerca de los dos principales sistemas del
mundo, publicado en 1632, ofrece, en magnífica síntesis, todos los argumentos de que
disponía la época prenewtoniana para demostrar la rotación y revolución de la Tierra, y otros
postulados de la imagen copernicana del Cosmos. Por desgracia, los enemigos de Galileo
lograron convencer al Papa de que la obra transgredía el dictamen de 1616. El último acto del
doloroso drama es harto conocido: arrodillado ante sus jueces, Galileo —entonces casi de
setenta años de edad— abjura, el 22 de junio de 1633, sus errores, renegando de todas sus
doctrinas. La famosa y retadora frase Eppur si muove no escapa de sus labios temblorosos; fue
inventada 150 años más tarde por los enciclopedistas franceses. A partir del momento de la
sentencia, Galileo permanece prisionero virtual del Santo Oficio hasta el fin de sus días. Como
acto de clemencia le fue permitido pasar los últimos años de su vida en su casita en Arcetri.