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HISTORIA DE AMERICA - El Perú desde el gobierno de La Mar
La Mar gobierna con la Constitución de 1828, inspirado por las ideas liberales de Luna Pizarro:
evitar el bolivarismo y asegurar el orden social. Lo primero trae la guerra con Bolívar. La
escuadra peruana ocupa Guayaquil. La Mar es derrotado y deportado por Gamarra. En 1829
se firma la paz de Piura. Unas elecciones generales deciden que Gamarra sea presidente. Es un
militar venerado por el ejército, que hace un gobierno fuerte y dinámico, preocupándose por
la organización del poder judicial, las leyes contra el agio y la usura y las normas
administrativas. En 1833 Orbegoso es elegido presidente por el Congreso en contra del
candidato oficial. Con él vuelven las inspiraciones liberales de Luna Pizarro. Gamarra se siente
defraudado y presiona. En 1834 una asonada popular vence a las tropas de Gamarra. La
Mariscala, nombre con el que se conocía a la esposa, singularmente dinámica, del presidente
de la república, evacua Lima. Orbegoso queda en el poder, pero la lucha sigue en la sierra
hasta que la Mariscala cae presa y es deportada. En 1835 se produce la dictadura de Salaberry,
que termina con su fusilamiento en Arequipa. Hay perturbaciones con Bolivia, comandada
por Santa Cruz. En 1838 se produce la fusión del Perú y Bolivia en una nación formada por
tres Estados: Nor Peruano,
Sur Peruano y Bolivia. El Congreso peruano de Huaura y el
boliviano de Tapacari lo ratifican. El 28 de octubre el general Santa Cruz lo proclama en Lima.
A su vez, éste es designado Protector por 10 años. Orbegoso y Riva Agüero son,
sucesivamente, presidentes del Estado Nor Peruano; Herrera y Tristán, del Sur Peruano;
Velazco, de Bolivia. Durante este período de predominio santacruceño, Callao pasa a ser
puerto de depósito (lo que implica la degradación comercial de Valparaíso). Esto, a la larga,
acarreará un conflicto con Chile Entre tanto se dictan los códigos para la nueva nación, pero
dos expediciones chilenas hacen la guerra. La primera es derrotada, pero la segunda vence,
destrozando a Santa Cruz. Con ello se desvanece la fusión peruano-boliviana.
En 1839 se dicta una nueva constitución, de tendencia conservadora, y Gamarra es elegido
presidente (1840). El guano es declarado propiedad fiscal, comenzándose la exportación
mediante concesiones que el gobierno concede a sus amigos. Y en 1841 se funda el Colegio de
Guadalupe, de enorme repercusión posterior. El 18 de noviembre se produce la batalla de
Ingavi y la muerte de Gamarra. Luego se soluciona el primer conflicto de límites con el
Ecuador. En seguida sobreviene un período anárquico: los ejércitos del Norte y del Sur luchan
por el poder hasta 1843. El directorio de Vivanco (enemigo de Castilla) se convierte en su
dictadura personal. Finalmente Castilla lo vence en 1844 cerca de Arequipa. Otra lucha
sobreviene entre Echenique y Elías; triunfa éste, que defiende a Lima. Echenique se retira a la
sierra. Esto devuelve el poder a Castilla.
Ahora éste va a poder gobernar incontrastablemente, en su primer gobierno, durante varios
años. En ellos desbarata las maquinaciones del ecuatoriano Flores, acuerda un tratado con
Bolivia, con arreglo de derechos aduaneros (1847); propicia el Congreso Americanista (1847-
48), al que concurren, además del Perú, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia; las leyes de
consolidación (de grandes efectos económicos posteriores), de montepío y jubilaciones, la de
abolición de los mayorazgos; organiza la instrucción pública y hace dictar el Código civil
(1851); repara una deuda histórica, haciendo erigir el monumento a San Martín (1850). Pero
gasta en el ejército 2.400.000 pesos sobre un presupuesto total de poco más de 5 millones. El
país tiene una deuda externa de 24 millones con más otra de 5, interna. Esta es la sucesión
presidencial que recibe Echenique en 1851. Para conseguir brazos baratos (a lo que obliga la
manumisión de los negros, decretada en 1854) se introducen largamente asiáticos. Se
construye el primer ferrocarril (de Lima al Callao) y se comienza la colonización del Perú
oriental. Los vales de consolidación le sirven para pagar créditos contra el Estado, mientras
que la deuda pública crece, implacablemente. La crisis monetaria de 1853, provocada por la
moneda boliviana, de más baja ley, agrega perturbaciones. En cambio se solucionan cuestiones
de límites con Ecuador y Brasil.
Durante el gobierno de Echenique no faltan las revoluciones; las inician los vivanquistas y las
termina Castilla, quien vuelve al poder en 1855, convocando a una convención nacional que lo
nombra presidente provisional y dicta la Constitución liberal de 1856. Este su segundo
gobierno comienza con persecuciones a sus enemigos políticos, revisando los actos del
gobierno depuesto. Firma tratados con Estados Unidos, Brasil y países de la América Central,
tiene un conflicto armado con el Ecuador y actúa frente a otros problemas americanos.
Las presidencias de otros militares de la independencia suceden a ésta: San Román (1862-63),
Pezet (1863-65). El país pasa por una época de auge, pero el malhadado acuerdo con España
(que la opinión pública peruana desaprueba) voltea a Pezet. Le sucede Prado, bajo cuyo breve
gobierno se guerrea con España, y que dimite al comienzo de 1868. Su vicepresidente, Díez
Canseco, asume el mando, bajo el cual el Perú protesta por los arreglos de límites entre Bolivia
y Brasil y por la lucha de la Triple Alianza contra el Paraguay. Luego Balta abre el paso a los
hacendistas civiles, para el ordenamiento financiero. Para entonces la deuda externa llegaba a
116 millones de soles y la interna a 6. Piérola, como ministro de Hacienda, contrata con una
casa bancaria francesa, Dreyfus Hnos. y Cía., la venta de 2 millones de toneladas de guano,
como único comprador, con pérdidas y averías a cargo del Estado, dejando de lado a los
antiguos consignatarios. Este contrato provocó pleitos y reclamos. Otro tanto ocurrió con el
llevado a cabo con Meiggs, contratista de ferrocarriles.