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HISTORIA DE AMERICA - El período de la vida independiente en Estados Unidos
PRIMER PRESIDENTE
En 1789 Washington fue elegido primer presidente. Toda la población no alcanzaba a la mitad
de la que hoy tiene sólo la ciudad de Nueva York: 3.200.000 eran blancos y 700.000 negros, lo
que ya presagiaba el problema racial que pronto estallaría. Filadelfia tenía 42.000 habitantes,
Nueva York 32.000 y las restantes, entre las que se contaba Boston, no pasaban de los 10.000.
Una prosperidad modesta cundía por todas partes, pero las grandes fortunas eran
desconocidas. Washington designó a Jefferson secretario de Estado y a Hamilton secretario del
Tesoro. El primero aseguró la libertad de prensa, rasgo esencial de una democracia; el
segundo saneó el crédito público. La deuda era de 54 millones de dólares. De ellos, 12 eran
debidos a Francia y Holanda; los 42 restantes constituían la deuda interna. Además los
Estados se habían endeudado en otros 20 millones, como consecuencia de la guerra. Hamilton
dio la garantía del Estado para la totalidad de la deuda y creó el Banco Nacional, que además
tuvo el carácter de agente del gobierno y de intermediario en todas sus transacciones
financieras.
Tales disposiciones encontraron una viva oposición parlamentaria. Dos partidos
surgieron:
uno, presidido por Hamilton (hacia el que se inclinaba el presidente y el vicepresidente John
Adams) y otro que dirigía Jefferson. Los primeros
fueron los federalistas; los segundos los
demócratas (anterior al partido actual del mismo nombre). Aquéllos eran de tendencia
aristocratizante; éstos de mayor tono popular. El uno estaba esencialmente constituido por los
grandes propietarios de la tierra y de las nacientes industrias; el otro, por una mayoría de
gentes del común. Toda la historia política del país no es más que la historia de estas dos
maneras de encarar el gobierno, la historia de estas dos grandes agrupaciones políticas
antagónicas. En realidad el único hombre que estaba por encima de la política de los partidos
era Washington. El país no quería verse envuelto en ella, y esto aseguró su reelección en 1792.