Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
HISTORIA DE AMERICA - El período colonial
EL VIRREINATO DEL RIO DE LA PLATA:
ANTECEDENTES Y REGIONES QUE LO
COMPONIAN
Durante todo el tiempo que medió entre la terminación del régimen de los adelantados y la
implantación del virreinato, estos territorios estuvieron manejados por gobernadores que
dependían, nominalmente al menos, del virrey del Perú, aunque en verdad la enormidad de
las distancias hiciese por lo común casi imposible toda consulta con resultados beneficiosos.
De esta suerte, la geografía misma fue creando una autonomía de hecho, más fuerte que la
dependencia de derecho. De esta manera se formaron las tres gobernaciones de la Guayra (o
Paraguay), del Tucumán y del Río de la Plata, cada una de las cuales tuvo sus problemas
internos y siguió su trayectoria particular conforme a la índole de su propia esencia. La
Guayra, con su capital en Asunción, fue siempre una región interna, con poca comunicación
con las restantes, de manera que fue poco a poco aislándose y confinándose en su ambiente de
selva y de ríos, dependiendo para su prosperidad de una especie de servidumbre de paso por
los ríos Paraná y Uruguay, tributarios del Plata, que le hizo ir sintiendo a Buenos Aires como
una ciudad lejana y oprimente. Su principal gobernador colonial fue el criollo Hernandarias,
funcionario ejemplar cuyo nombre ha que. dado como un símbolo de la capacidad e
inteligencia de los nacidos en América.
El Tucumán, que actualmente es la más pequeña de las provincias argentinas era, por ese
entonces, el más vasto territorio del interior de lo que más tarde sería la República Argentina.
En realidad, casi toda la actual república
estaba integrada por lo que entonces eran las dos
gobernaciones del Tucumán y el Río de la Plata. El Tucumán comprendía todo el centro y el
noroeste del país. El Río de la Plata todo el litoral, la Pampa y las casi desiertas regiones del
sur. La región de Cuyo dependía de la capitanía general de Chile.
En 1776 el Consejo de Indias resolvió la creación del virreinato del Río de la Plata, reclamado
por la creciente importancia de estos territorios y por la necesidad de contener la invasión
lenta y continua de los portugueses sobre la banda oriental del Río de la Plata. Es en esta lucha
lusitano-castellana, que viene desde el tratado de Tordesillas de 1493, que debe verse el más
fuerte motivo de esta creación. Había que fortalecer a esta zona y dotarla de autoridades
suficientemente autónomas. Por ello el Consejo de Indias sacó el Alto Perú (hoy Bolivia) de la
jurisdicción de aquel virreinato y uniéndolo a las tres gobernaciones antes nombradas y a la
zona de Cuyo (que le tomó a Chile), formó con ese enorme territorio el cuarto virreinato.