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HISTORIA CONTEMPORANEA – La revolución de 1917 y la Unión Soviética
LA TRANSFORMACION ECONOMICA Y LA CONSTITUCION DE 1936
Una enérgica y efectiva política económica y social permitió a Rusia operar, en los años que
siguieron a la promulgación de la constitución de 1922, una rápida transformación de su
fisonomía. El llamado "plan quinquenal" permitió desarrollar una industria bastante eficaz, al
tiempo que se realizaban numerosos ensayos de explotación colectiva del suelo. Así se
consiguió rápidamente mejorar la situación y alcanzar un nivel tolerable de producción.
Pero entre tanto surgió en el seno del grupo bolchevique una seria disidencia. Mientras Lenin,
seguido por Stalin y otros dirigentes, afirmaba que Rusia debía dedicar todas sus energías a
fortalecerse interiormente antes de difundir la revolución en el exterior, Trotzky defendió el
principio de que era urgente e impostergable la revolución mundial y trató de llevar a Rusia
hacia esta política mientras trabajaba activamente en la organización del ejército rojo. Esta
disidencia se acentuó cuando se trató de poner en ejecución la nueva política económica.
Trotzky la combatió resueltamente y llegó a constituir una seria oposición frente al grupo que
seguía las directivas de Lenin. Cuando éste murió, en enero de 1924, su política fue encarnada
por Stalin, a quien también se opuso encarnizadamente Trotzky; pero en 1927 un congreso del
Partido Comunista lo expulsó de su seno y el viejo líder debió salir de Rusia. El gobierno
siguió dedicado a la tarea de fomentar su desarrollo industrial y agropecuario, mientras
trataba de crear un poderoso instrumento militar mediante el ejército rojo, que Trotzky había
organizado.
Día a día se hizo más claro que Rusia llegaría a alcanzar una categoría de primera potencia en
Europa. En 1934 se incorporó a la Sociedad de Naciones y su voz adquirió rápidamente una
considerable autoridad, sobre todo por hallarse respaldada su opinión sobre los problemas
internacionales por los Partidos Comunistas de todos los países, que respondían a las
directivas del Comintern, o Tercera Internacional, con sede en Moscú.
En 1936 se promulgó una nueva constitución para la Unión Soviética, integrada ya por 11
repúblicas cuyo gobierno local goza de cierta autonomía. La Unión tiene como supremo
organismo político una especie de congreso llamado Soviet Supremo, que vota las leyes y elige
un Presidium que tiene funciones de poder ejecutivo.