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HISTORIA CONTEMPORANEA – Los antecedentes del conflicto de 1914
EL MILITARISMO Y LA PAZ ARMADA
Dentro de su sistema de ideas y de acuerdo con su plan político, Alemania tenía que apoyar
sus aspiraciones en un poderoso aparato militar. Ya la guerra de 1870 había probado su
capacidad para crear, organizar y poner en funcionamiento una poderosa máquina de guerra.
Esta tendencia no se detuvo, sino que por el contrario se acentuó cuando Alemania contó con
mayores recursos. Prácticamente, todos aquellos con que contaba se orientaron principalmente
para servir al ejército, que, por lo demás, gozaba en el país de un extraordinario prestigio.
En efecto, según la tradición prusiana, el ejército fue en Alemania la más importante
institución del país. A ella pertenecían los hombres más significativos e influyentes, y su
intervención en la vida política era decisiva. Además, la población toda participaba de la
preparación militar y se enorgullecía de ello; de modo que la guerra estaba lejos de repugnar a
la opinión pública y parecía el medio adecuado para resolver la situación de inferioridad a que
parecía condenada injustamente Alemania por las circunstancias.
En Europa, Alemania dio el tono de las exigencias militares. Si ella se armaba, era forzoso y
necesario que sus rivales se armaran también. Si crecía su flota de guerra, era menester que
creciera también la de sus rivales. Así se desencadenó una carrera armamentista, a la que no
pudieron poner coto ni las voces de los partidos populares ni los intentos realizados alguna
vez por el zar de Rusia o por algún otro político. Año a año, los presupuestos de guerra
crecieron considerablemente en todos los países de Europa y la máquina militar fue
adquiriendo cada vez más poder. Pero parecía necesario usarla para impedir su desgaste o
simplemente para evitar que fuera superada por nuevos perfeccionamientos técnicos. Así, la
guerra fue desencadenada en alguna medida por el instrumento que había sido creado para
servirla si sobrevenía. Estados mayores y políticos competían en la tarea de realizar el
diagnóstico preciso de la situación, y los primeros tendían siempre a considerar el peligro
como inminente y la situación como insoluble sino por la vía de las armas.