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HISTORIA MODERNA - Inglaterra y Holanda en el siglo XVIII
EL REINADO DE GUILLERMO III
Guillermo III gobernó Inglaterra hasta 17')2, y durante este período trabajó con empeño para
pacificar el reino y asentarlo firmemente sobre sólidas bases, a fin de impedir el retorno de la
agitación que tanto había costado al país durante la segunda mitad del siglo. Su labor se vid
coronada por el éxito. El principal problema era el religioso, en cuanto se relacionaba, .sobre
todo, con el régimen de la sucesión real. Para resolverlo, se dictó en 1701 el Acta de
establecimiento, mediante la cual se establecía categóricamente que la corona sólo podía pasar
a manos de un príncipe que perteneciera a la religión anglicana.
En cuanto a la política exterior, Guillermo III mantuvo, como rey de Inglaterra, la misma línea
de conducta, que había seguido antes como estatúder de Holanda. Así, se mantuvo
firmemente hostil a Luis XIV y echó todo el peso del poderío inglés contra Francia. El había
sido quien organizara la Liga de Augsburgo en 1686, de modo que, cuando Luis XIV atacó el
Palatinado, le fue muy fácil al nuevo rey de Inglaterra poner en movimiento una vasta
coalición que tuvo en jaque a Francia desde 1688 hasta 1697.
Durante este largo período la guerra fue muy dura tanto por tierra como por mar. Luis XIV
sostenía a Jacobo II como rey legítimo de Inglaterra, y sus •corsarios obstaculizaban el
comercio marítimo del enemigo, en tanto que Inglaterra contribuía con sus fuerzas al ataque
de las fronteras francesas desde los Países Bajos. A esta guerra puso fin la paz de Ryswick,
mediante la cual Francia reconoció la legitimidad de Guillermo III como rey de Inglaterra. Pero
poco después se desencadenó la guerra por la sucesión de España, e Inglaterra volvió otra vez
a combatir contra Francia.
GUILLERMO III Y MARIA II DE INGLATERRA. Elegidos por el Parlamento para asumir el
trono tras la deposición de Jacobo II, los nuevos reyes debieron comprometerse a respetar el
espíritu de la revolución triunfante. Su acción fue enérgica, y durante su reinado supieron
acentuar la importancia económica y política que ya Inglaterra tenía en Europa.