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HISTORIA MODERNA - La época de Felipe II
ESPAÑA BAJO FELIPE II
Felipe II consideró que el centro de sus estados era España, y en ella estableció la sede de su
gobierno. Ella fue también el centro de su política y de su acción respecto a los grandes
problemas internacionales. Hombre severo y reconcentrado, preocupado de manera
fundamental por los problemas religiosos, dirigió los asuntos de estado de manera personal, y
no quiso conceder su confianza sino en contadas ocasiones.
Una de las personas que la mereció, su secretario Antonio Pérez, fue causa de un grave
conflicto de importantes consecuencias. Implicado en un delito —o acaso injustamente
acusado—, fue puesto en prisión y pudo escapar luego refugiándose en Aragón, bajo la
protección de los privilegios que conservaba esa región. Pero Felipe II no vaciló en obrar
violentamente. Entró en Aragón —de donde escapó Antonio Pérez— y cobró allí la deuda con
los insurgentes, a quienes castigó con crueldad y despojó luego de los fueros tradicionales.
Este episodio —como el de los comuneros de Castilla— contribuyó a realizar la unificación
política de España.
Desde el palacio del Escorial, que él mandó construir, Felipe II vigilaba celosamente la difusión
del protestantismo y la secreta resistencia de los conversos a abandonar definitivamente sus
antiguos cultos. Felipe II prestó su apoyo más decidido a la Contrarreforma para impedir que
en sus estados se propagaran las religiones reformadas y tomó diversas medidas para evitar
que sus súbditos recibieran el influjo de las ideas que por entonces circulaban por casi toda
Europa. Así, por ejemplo, les vedó que fueran a estudiar a universidades extranjeras y
encomendó a la Inquisición que vigilara el desarrollo de la vida intelectual del reino. Respecto
a los moriscos, Felipe II se decidió a someterlos de una vez y desde entonces no quedó rastro
alguno de disidencia religiosa que fuera tolerada.
"LA RENDICION DE BREDA", por Velázquez. En un cuadro famoso, el gran pintor español
refleja el acto en que el marqués de Spínola recibe las llaves de la ciudad, tomada por los
españoles.