Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
HISTORIA ANTIGUA - La era de la dominación asiria
LOS SARGONIDAS Y EL IMPERIO ASIRIO
El año 722, un jefe militar de poderoso genio se apoderó del trono y adoptó el nombre de
Sargón, en recuerdo del famoso patesi de Agadé. Su actividad fue inmensa. Mientras
organizaba el ejército para acrecentar su eficacia, inició sus primeras conquistas, gracias a las
cuales dominó prontamente toda la Siria. Y para revestir su poderío con la mayor majestad,
ordenó la construcción de un palacio en las proximidades de Nínive, en el que acumuló todo el
saber de los arquitectos y la imaginación de los artistas.
Sus descendientes continuaron la política de conquista iniciada por su ilustre antecesor.
Senaquerib agregó a sus dominios el territorio de Fenicia, cuyos puertos y cuyas flotas
entraron al servicio de los asirios. Se disponía a invadir el Egipto cuando se lo impidió una
terrible epidemia, pero sus sucesores, Asarhadón y Asurbanipal, emprendieron de nuevo la
empresa y tuvieron éxito. Todo el valle del Nilo cayó en manos de los asirios, que saquearon
las ciudades y llevaron a su patria abundantes testimonios de la riqueza egipcia; hasta el
propio Asurbanipal se llevó con destino a su palacio dos obeliscos.
Así llegó a su mayor extensión el Imperio Asirio, cuando terminaba el siglo VII. Su
organización fue vigorosa, pero careció de estabilidad; para impedir la rebelión de las regiones
sometidas, los asirios inventaron el sistema de trasladar las poblaciones en masa desde su
propia patria hasta otras comarcas; además, instalaban fuertes guarniciones en los lugares
estratégicos y, finalmente, hacían cada año expediciones militares para vigilar a las
poblaciones e impedir que dejaran de pagar los tributos. Era, pues, un sistema basado en la
constante presencia de las tropas, y, naturalmente, no engendraba sino el odio más feroz. Así,
cada vez que los sometidos se sentían con fuerzas, se lanzaban a la rebelión con variado
resultado.
PALACIO DE SARGON II. (RECONSTRUCCION). Sobre la base de las ruinas que se han
descubierto cerca de la antigua Nínive, los arqueólogos han reconstruido el gran palacio. Se
llegaba a él por unas rampas y estaba rodeado por una muralla fortificada dentro de la cual
estaban los diversos recintos. En el fondo se ve el templo de siete pisos —el zigurat
babilónico— dedicada
,
a los dioses y desde el cual se hacían las observaciones de los astros.