GEOGRAFIA FISICA - La acción modeladora
PARTES DE UN RIO
Mientras la longitud de los torrentes es generalmente de algunos kilómetros o decenas de
kilómetros, los ríos llegan a recorrer miles de kilómetros. Tal es el caso del Amazonas, la
corriente fluvial más caudalosa del mundo, que mide 6.000 kms. de longitud y tiene afluentes
tan largos como el río más considerable de Europa; efectivamente, el Madeira, tributario del
gran río, tiene la longitud del Volga. El Nilo es aun más largo que el Amazonas, pero de red
más pobre, lo mismo que de caudal, ya que se ve obligado a cruzar el desierto.
Normalmente se pueden considerar en el curso de un río tres porciones, partiendo de las
nacientes:
1. Curso superior, donde el agua se desliza con gran rapidez, por un cauce lleno de obstáculos,
y a menudo de desniveles que el río no ha conseguido reducir. La velocidad y el arrastre de
trozos de distinto tamaño, desde limo y arena hasta enormes cantos que se redondean
gradualmente, permiten que se realice un sensible ahondamiento del cauce.
2. Curso medio, donde el río, aunque sigue ahondando el valle, lleva a cabo principalmente un
trabajo muy complejo de modelado de las orillas, sobre todo si éstas están mal protegidas por
la vegetación y no son determinadas por rocas muy duras, obligándolas a desmoronarse al
realizar un lavado intenso de la porción que está en contacto con la corriente y gastándolas al
rozarlas continuamente con los materiales de arrastre. En este curso, la velocidad de la
corriente es relativamente más pequeña que en el curso superior, aunque el caudal es en
general más considerable por haber recibido el río numerosos tributarios o afluentes (y
subafluentes de diverso orden) y el aporte de las aguas subterráneas. En los lugares donde la
corriente se ensancha, decrece la velocidad de ésta y pueden depositarse parte de los
materiales transportados, formándose bancos o islas, sobre todo cuando en el cauce aparecen
algunos obstáculos.
3. Curso inferior, en el cual el decrecimiento de la velocidad se hace sentir bastante, rellenando
el río parte de su cauce con material de aluvión y realizando en cambio muy poco trabajo
erosivo. Si las aguas marinas se oponen a un fácil desagüe de la corriente, se forman depósitos
llamados barras, que en muchos casos obstruyen el fácil acceso de la navegación a los cursos
fluviales. Al desaguar el río, puede hacerlo generalmente de dos maneras: en forma de estuario,
divergiendo las orillas paulatinamente (a veces volviendo a converger algo después de cierto
recorrido) hasta fundirse con la costa marina propiamente dicha; o en forma de delta, cuando
la corriente debe pasar a menudo ramificada en varios brazos a través de 1.as masas aluviales
depositadas por el propio río.
Los deltas ofrecen formas muy variadas, siendo los más típicos los que en un mapa aparecen
en forma de una letra delta griega mayúscula, de la que deriva el nombre que se les aplica; la
mencionada letra tiene el aspecto de un triángulo equilátero (A). Un delta de esta clase es el del
Nilo, el cual tiene dos brazos principales. En cambio, los deltas del Volga y del Paraná se
componen de un gran número de brazos que separan una multitud de islas bajas. El del
Misisipí es muy irregular y se alarga en forma de tentáculos, haciendo retroceder lentamente al
mar por la acumulación de materiales de diverso tamaño.
