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FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
LA FENOMENOLOGIA
LAS FASES DEL METODO FENOMENOLOGIOO. - En tres fases se puede dividir el método de
la intuición de las esencias, ideación fenomenológica o abstracción ideatoria, como también se le
llama. 
a) La actitud natural. Si se intenta
descubrir fenomenológicamente la esencia de algo, por
ejemplo, de un recuerdo (lo que el recuerdo sea), es necesario, primero, partir de un recuerdo
concreto e individual, tal vez, el recuerdo de un
pentágono dibujado ayer casualmente en
un
encerado; en este hecho singular se deben observar con atención toda suerte de cualidades, de
elementos que propiamente lo constituyen (color, tamaño, duración del recuerdo, etc.), es decir,
recibir fielmente, del modo más natural, el fenómeno tal como se da, pues el principio de todos
los principios de la fenomenología es: "recibir todo lo que se ofrece originariamente en la
intuición tal como se ofrece".
b) La reducción eidética (paréntesis
fenomenológico). En la segunda fase del
método se
abandona esta actitud natural, ingenua; es cuando se practica una especie de selección entre los
elementos
esenciales y los accidentales; cuando, en
otras palabras, se prescinde de todas las
circunstancias empíricas que pudieron no haberse dado, sin tildar un ápice el conjunto de las
notas esenciales que hacen del fenómeno un recuerdo. Así, el pentágono casualmente recordado
y con él su tamaño, su color, etc., no son alaEdades necesarias para que se realice un recuerdo.
Tampoco lo es la individualidad psíquica que lo vive, pues se ve con evidencia que puede darse
en otro sujeto cognoscente y con otros objetos cualesquiera (recuerdo de un edificio, de
un
rostro, etc.). Esta exclusión de elementos inesenciales, esta "puesta entre paréntesis", por decirlo
así, de lo que no interesa para captar la esencia del recuerdo, afecta a todo posible prejuicio que
pueda enturbiar el proceso gradual
de selección encaminado a destacar exclusivamente las
notas esenciales o eidéticas. Por tal motivo, quedan dentro
del paréntesis fenomenológico las
leyes de todas las ciencias (de la naturaleza, del espíritu y hasta la lógica pura); por un momento
se duda metódicamente de
todos sus principios (epojé fenomenológica), "pues no hay que
interesarse más
que por aquello que se pueda hacer esencialmente evidente en la conciencia
misma". El resultado de esta exclusión de
las cualidades inesenciales, practicada
siempre por
medio de una intuición, es
un residuo de notas que sí son esenciales.
La actitud natural, por
decirlo así, se ha reducido o transformado en una conciencia de elementos esenciales, también
llamada conciencia pura, porque está ya a salvo de todos los elementos empíricos, impuros.
c) La percepción inmanente o reflexión fenomenológica. La tercera fase del método tiene que ver
exclusivamente
con el residuo fenomenológico, con esta
unidad de cualidades que ha
permanecido inalterable a pesar de la reducción progresiva de las notas inesenciales. De aquel
hecho de conciencia, provisto de innumerables elementos (conciencia de un pentágono, de cierto
color, de determinado tamaño, dibujado en un encerado negro, de sobria figura, precisamente
ayer en la mañana, etc.), que Husserl llama trascendente, es preciso volver ahora,
regresar
intuitivamente a aquellos elementos esenciales, puros, que constituyen rigurosamente lo que es
el recuerdo.
Este retorno de la pluralidad de todos
los elementos a la unidad de los que
constituyen propiamente lo que es el recuerdo, este progreso de la conciencia
empírica a la
conciencia pura del recuerdo, es lo que se llama reflexión fenomenológica o percepción
inmanente.
Decíamos que el objeto de un recuerdo
podía variar (ya un pentágono, ya un
rostro, ya un
edificio, etc.), al par que el tiempo y el espacio en que se realiza como la psique individual que lo
experimenta, persistiendo, sin embargo, un
auténtico recuerdo; pero, con ello, implicamos
siempre un objeto en general, no
presente, sino que, necesariamente, a través de una
representación se produce en
un individuo cualquiera. De este modo
hemos arribado a la
siguiente descripción esencial o eidética: "el recuerdo es el darse cuenta de un objeto no presente
a través de su mera imagen". Este conjunto de notas hace posible cualquier recuerdo: sin él es
impensable que se realice un recuerdo en un sujeto determinado. En sentido riguroso se puede
decir, por lo tanto, que la esencia es un elemento constitutivo de fenómenos, pues merced a ella
los hechos acaecen, es ella quien los hace posibles.
El método fenomenológico que, al fin, se puede definir como una descripción intuitivo-eidética
de las unidades constitutivas de los hechos, se puede llamar
intuicionismo teorético.
Intuicionismo, en virtud de que todas sus verdades las pretende alcanzar a través de una visión
o intuición evidentes de la propia conciencia; y teorético, en gracia a su carácter exclusivamente
cognoscitivo.