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FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
LA FENOMENOLOGIA. EDMUNDO HUSSERL
El método de la reflexión trascendental supera el psicologismo. En esa empresa aparece también
un nuevo método filosófico: la fenomenología. Su creador es EDMUNDO HUSSERL (1859-1938).
El término fenomenología (del griego fainómeno, fenómeno y logos, tratado) fue usado ya por
Kant y Hegel, en un sentida diferente al que le da Edmundo Husserl.
Es la fenomenología en su sentido rigurosamente husserliano, la ciencia fundamental de las
distintas disciplinas filosóficas. Estas últimas (lógica, ética, etc.), pueden elevarse al rango de
ciencias rigurosas en la medida como lo es la propia matemática, si se sirven para su
fundamentación del método fenomenológico.
Todos los hechos pueden descomponerse en una diversidad de cualidades, en una pluralidad
de elementos. Piénsese, por ejemplo, en un fenómeno meteorológico, que se da en un espacio
determinado, bajo cierta temperatura, durante algún tiempo, etc. Una simple reflexión nos
muestra que ciertos hechos contienen el mismo conjunto de elementos a pesar de discrepar en
muchos otros. Se puede observar en el encerado cinco figuras pentagonales de diferentes lados y
de diversos colores. Con todo, las cinco percepciones sucesivas de estas figuras, los cinco hechos
que se llevan a cabo al contemplarlas, coinciden en una unidad de cualidades invariables, de
elementos persistentes, a saber: lo que es en general un pentágono (figura plana cerrada por
cinco lados). Este qué o conjunto de notas constantes, que nos permite reconocer un objeto como
tal, constituye su esencia, su eidos o idea. Fácil es comprender, según esto, que todo fenómeno o
hecho implica una esencia o eidos, pues necesariamente todo fenómeno o hecho son algo, están
constituidos de algún modo.
Es de advertir que el conjunto de los elementos que constituyen la esencia o eidos, lo mismo que
sus relaciones internas, son implicados siempre por todos los objetos a que se refiere esta esencia
o eidos; son notas a priori. En cambio, aquellas cualidades que por su naturaleza varían de un
objeto a otro (en el ejemplo antes señalado, el color, las dimensiones, etc. de los pentágonos) no
pueden determinarse sino después de haber observado cada uno de los objetos en cuestión; son,
por lo tanto, elementos a posteriori.
La fenomenología es una ciencia de esencias o eidética. En consonancia con la reflexión
trascendental, la fenomenología se propone descubrir la esencia de los objetos (lo que ellos sean)
partiendo de lo inmediatamente dado, los hechos. En esto radica también su carácter común con
el método inductivo; pero se
diferencia de esta vía cognoscitiva en
que sus verdades no las
obtiene después
de una generalización, practicada sobre
innumerables casos concretos
(momento
fundamental de la inferencia inductiva),
sino que para alcanzar sus resultados de
carácter universal puede lograrlo tan sólo por medio de un caso particular, de un fenómeno. Se
tiene quizá la percepción de una cosa; esto constituye algo individual, único; algo que se da en
un tiempo y en un espacio determinados (aquí y ahora). La fenomenología sostiene que sólo a
través de semejante hecho
concreto e individual se puede comprender, captar lo que sea, en
general, la
percepción, su esencia; y esto vale para
todos los posibles de experiencia y sus
relaciones esenciales. Así, por medio de un hecho moral, de uno religioso, de otro estético, etc.,
descubriría, quien
aplique el nuevo método, sus caracteres
fundamentales (esencia de la
moralidad, de la religión, del arte, etc.).
¿Cómo se consuma este conocimiento esencial de las cosas en el marco limitado de un hecho?
¿Cómo pueden descubrirse de un golpe de vista, por así decirlo, las relaciones esenciales de los
objetos? La fenomenología responde que
por la vía de la Wesensschau (contemplación de la
esencia).
Indiquemos, desde luego, que la intuición fenomenológica es una especie de contemplación o
captación inmediata
de los elementos esenciales de un objeto.
Ya la palabra intuir significa
etimológicamente ver, mirar, penetrar alguna cosa.