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FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
LA FILOSOFIA DE LA EXISTENCIA
EL NOMBRE. - ¿De dónde viene el nombre de esta corriente filosófica? No, precisamente,
porque se ocupe, sólo ella, de la existencia, pues este concepto es un concepto clásico de la
filosofía.
Dicho nombre proviene del valor que se confiere al hecho de la existencia, ello es, a la
circunstancia de ser para ellos un valor decisivo en el planteamiento y solución de los problemas
filosóficos. En efecto, el existencialismo coloca en el centro de su reflexión el hecho concreto de
la existencia, a diferencia de la filosofía clásica, que había puesto en dicho sitio central las ideas y
las esencias (esencialismo).
Ahora bien, la realidad por excelencia existe en el ser del hombre. Las cosas y las ideas sólo se
revelan a través del hombre concreto que las vive y las piensa. En él cobran éstas su valor y
manera de ser. La existencia del hombre es el hecho de ser. La existencia del hombre es el hecho
radical y primario. La existencia o vida humana es la fundamental actividad en donde se van
articulando las cosas y las ideas. En otros términos: las cosas y las ideas se dan en la existencia
humana.
La filosofía precedente había seguido dos caminos igualmente equivocados y engañosos: 1) o
había partido del ser exterior, de las cosas (res), a las cuales había atribuido la realidad
fundamental; 2) o bien, creyó encontrar la explicación radical de la existencia en el pensamiento,
a tenor de la doctrina de Descartes. Este, a decir verdad, derivaba del pensamiento la verdad de
la existencia humana: cogito ergo sum (pienso, luego existo). El punto de partida no es el cogito,
sino el sum, en el que el propio yo consiste. La nueva filosofía no parte de la res ni de las ideas:
no es realismo ni idealismo, es existencialismo.
La filosofía objetivista y la filosofía idealista tienen pretensiones de validez para todos los
tiempos y para todos los seres, dado que tratan, dentro de su vacía generalidad, de conocer los
caracteres comunes de las cosas y los pensamientos: desdeñan el estudio del ser concreto e
individual de la existencia humana. La filosofía tradicional sabe todo, excepto un problema: el
de la individualidad.
A la filosofía existencialista sólo le preocupa en cambio el problema de lo peculiar y distintivo
del hombre. No pregunta qué es el ser general, sino quién es este individuo en particular. "El
existencialismo es un humanismo. El humanismo de este yo que soy yo; humanismo mío y de
todos, porque todos son yo" (Sartre).