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FILOSOFIA - Introducción
LA FILOSOFIA ES UNA REFLEXION DE SEGUNDO GRADO
Filosofar nos aparece, siempre, como una especie de tarea de segundo grado, como un esfuerzo
de reflexión, esto es, de meditación sobre lo hecho. He aquí un carácter universal de lo filosófico:
la reflexión, o sea, el volver sobre lo que ya se hizo, para pensar las condiciones de su
producción y el objeto de la misma. Por ejemplo, si pensamos en la caída de los cuerpos,
elevándonos del fenómeno, esto es, de los eventos sucesivos de caer cuerpos, a la ley de su caída,
elaboramos una teoría científica, teoría tan difícil de construir que se necesitó del genio de
Galileo y de Newton para elaborarla. Pero la filosofía es una reflexión de segundo grado, que se
basa sobre la observación de la caída de los cuerpos y sobre la ley que siguen al caer, en los
siguientes términos: ¿Cómo pueden caer cuerpos? ¿Por qué caen los cuerpos? He aquí la
interrogación filosófica. Newton declaró, al elevarse a ella, que todo pasa como si los cuerpos se
atrajeran entre sí. Al elevarnos del fenómeno o del evento a la ley, hacemos ciencia. Al elevarnos
del fenómeno y la ley, a la causa, creamos una hipótesis filosófica.
Otro ejemplo: Sakiamuni, el fundador del budismo, fue un insigne filósofo del Indostán. He
aquí cómo se propuso un problema semejante al anterior, en el que inquirimos la causa de la
caída de los cuerpos. Todos, desgraciadamente, padecemos de dolores. En tanto que el dolor sea,
la felicidad completa no puede ser; por tanto, quien se empeñe en lograrla deberá averiguar qué
es el dolor y cuál es su causa; deberá inquirir cómo es que está hecho el mundo, de modo que
hay dolor. Así lo hizo Sakiamuni, resolviendo que el dolor es inherente a la vida y que la única
forma de suprimirlo es suprimir la vida, elevándonos a otra vida bienaventurada, de pleno
apaciguamiento; es decir, a otra vida sin dolor, vida ésta sí feliz, "vita beata". A este estado de
beatitud llamó "nirvana". La investigación del nirvana o de la vida feliz constituye, como se ve,
otra reflexión de segundo grado, como la que se empeña en averiguar la causa de la caída de los
cuerpos.