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FILOSOFIA - Introducción
HOMBRES Y PUEBLOS FILOSOFOS
Pero habrá muchas personas que no sientan atracción hacia esta especie de interrogaciones o
problemas profundos; porque, tal vez, declararán que no existe, para su resolución, un criterio
seguro. También esto es filosofar; este pensamiento también es filosófico; y ya veréis cómo,
elaborado en los siglos de la historia filosófica, ha venido a servir, grandemente, la causa de la
filosofía. Y aun si alguien dice que filosofar no puede ser, también filosofa; porque como lo
demostró Aristóteles en su Protréptico, para filosofar que no se ha de filosofar, es menester
filosofar, empero; ¡sólo la indiferencia ante o para la filosofía no es filosófica; por más que sea
mucho más general de lo que se piensa! Y así como hay personas indiferentes a la filosofía,
también ha habido pueblos no filosóficos.
Tres grandes naciones, o civilizaciones, por mejor decir, han sido profundamente filosóficas:
China, India y Grecia.
No obstante, el pensamiento chino e indostánico quedó encerrado dentro de sí mismo, tal vez
porque el hecho que determina la Geografía y la Historia del mundo, es, fundamentalmente, la
forma de los continentes y la de las regiones, dentro de los continentes. Lanzad la vista sobre un
mapa de China, y notaréis, desde luego, que esta región asiática, con inmensas costas,
magníficos puertos y estupendos ríos, se halla separada por un desierto del resto de Asia. Ahora
contemplad la carta de la India. Como en China, el litoral es enorme, los ríos, caudalosos, pero
un macizo de montañas —las más altas del mundo—, una cordillera escabrosísima, separa al
Indostán del resto de Asia. En cambio, ved ahora la carta de Grecia: las costas del Asia Menor,
las islas del Egeo, que articulan el mar, y la parte sur de Italia, que el griego llamó Magna Grecia.
Si comparáis esta región marítima, de archipiélagos y penínsulas, con las dos regiones asiáticas
antes nombradas, comprenderéis también por qué, en tanto que la filosofía china y la
indostánica se nutrieron de sí mismas a través de los siglos, en ambas regiones maravillosas,
Grecia, en la Filosofía como en las Artes y las Letras, tendió siempre a difundirse por el mundo,
¡por más que llamara a los extranjeros "bárbaros"! La misión de los helenos fue helenizar a los
bárbaros, luego de vencerlos, indefectiblemente, en razón del organismo geográfico y de la raza.
Por esto, en tanto que el milagro chino quedó enclaustrado en China, limitado por el desierto y
la Gran Muralla —esta última, obra del hombre—; en tanto que el milagro indostánico sólo fue
asiático, el "Milagro Griego", que dijo Renán, cada vez más milagroso, se convirtió en la filosofía
de todos los hombres de Oriente y Occidente; y en las Carabelas de Colón continuó su éxodo
por el Nuevo Mundo.