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ECONOMIA POLITICA - El precio
ELASTICIDAD DE LA DEMANDA
Recientemente hemos dicho que a una variación del precio podía no corresponder una
variación proporcional de la demanda. La elasticidad de la demanda es la que determina la
magnitud de la variación al modificarse el precio. Si a un cambio de precio, ya sea en más o
en menos de una mercancía, su demanda no varía sensiblemente, se dice que es in-elástica;
si cambia mucho, se dice que su demanda es elástica.
La sal es un ejemplo típico de demanda inelástica; por más que su precio baje, nadie
aumentará su consumo más allá de lo necesario para sazonar sus comidas. Cubierta esa
necesidad, el precio podrá seguir disminuyendo, pero la demanda será la misma. Y en caso
contrario, un aumento del precio hará restringir muy poco la demanda, puesto que todos
soportarán un sacrificio más antes de privarse de la cantidad necesaria de sal. El té es de
demanda elástica; al bajar el precio, la cantidad consumida aumenta muy rápidamente,
mientras que si el precio sube disminuye en forma sensible.
La elasticidad de la demanda de determinada mercancía depende de varias causas. Habrá
que considerar el efecto que un cambio de precio produce sobre cada consumidor
considerado individualmente, y el efecto que produce en general, teniendo en cuenta que
los individuos disponen de distintos ingresos. Por ejemplo: la demanda de automóviles por
parte de una persona es muy poco elástica, puesto que aunque el precio baje, normalmente
no comprará más de uno, y lo renovará a la sumo una vez al año: pero correlativamente, la
disminución del precio ha puesto en condiciones de comprar automóviles a personas que
antes estaban excluidas de su demanda debido a sus menores ingresos. Esta es una
característica de las mercancías que resultan demasiado caras para una gran parte del
público; su demanda podrá dilatarse de dos formas distintas en caso de bajar el precio:
empujando a los que ya la poseen a renovarla más a menudo y dando oportunidad a otras
personas para empezar a poseerla.
La elasticidad de la demanda también depende del hecho de que una mercancía pueda ser
reemplazada por otra. La elasticidad de la demanda de carne aumenta porque existen otras
clases de carne. La demanda de té es más elástica porque la gente también toma café y
chocolate. Si los precios suben, la demanda disminuirá tanto más rápidamente, porque los
consumidores tienen fácilmente otros productos similares en reemplazo del que se
encarece.
Por último, la demanda de un producto será más elástica cuando su obtención requiera una
proporción importante de los ingresos de las personas; si se trata de mercaderías que
requieran una parte insignificante de los ingresos, su demanda será evidentemente
inelástica, pues, generalmente, poca importancia se da a los pequeños gastos. Así, la
demanda de hilo de coser es inelástica, porque es un gasto que representa una parte tan
pequeña del costo total del vestido, que nadie se preocupa demasiado por él. Un aumento
o una disminución en su precio pasa en general desapercibido, y la demanda no varía.
De acuerdo a su elasticidad, la curva de la demanda adopta las formas siguientes: