Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
DERECHO PRIVADO – Las obligaciones
Antiguamente las fuentes de las obligaciones eran sólo cuatro: el delito y el cuasi-delito, el
contrato y
el cuasi-contrato. Pero conforme la vida ha ido tomando desenvolvimientos
y
complicaciones, esas fuentes se han ido aumentando y hoy las fuentes son muchas más y
perfectamente distinguibles. Explicarlas una por una originaría una designación enojosa que
implicaría una compleja narración que no contribuiría en nada a la explicación en una obra
vulgarizadora. Por eso, lo mejor será, sencillamente, nombrarlas con palabras claras y
adecuadas. Así, pues, las obligaciones nacen:
1— De la ley. Por ejemplo, la que las leyes imponen de dar alimentos a un pariente.
2— De los hechos. Por ejemplo, la del empresario de un local de espectáculos que se hunde,
total o parcialmente, causando daños a los espectadores.
3— De los delitos. El que acomete a otro matándole o hiriéndole, queda comprometido a
indemnizarle.
4— De los actos y omisiones en que intervenga culpa o negligencia, como, por ejemplo, la
caída de un tiesto que su dueño dejó colocado en la barandilla de un balcón sin sujetarle a
ninguna parte y que cayó a la acera dañando a un transeúnte.
5— Del riesgo profesional, como, por ejemplo, el albañil que se cae de un andamio, aun
marchando por él con el debido cuidado.
6— De los compromisos unilaterales. El que voluntariamente ofrezca un premio a quien le
devuelva un objeto perdido.
7— De los contratos y testamentos. Estos no necesitan ejemplos para ser entendidos.
Todas estas obligaciones pueden clasificarse en puras o condicionales, a plazo, alternativas
de dar cosas ciertas o genéricas, mancomunadas o solidarias, divisibles o indivisibles,
principales y accesorias y con cláusula penal. No hay necesidad de dar otras explicaciones
para que queden entendidos todos estos conceptos.
En resumen, podemos definir la obligación como el vínculo de derecho que nos determina a
prestar, hacer o no hacer alguna cosa.