DERECHO PRIVADO – La familia
EL MATRIMONIO
A partir del Cristianismo, la unión en matrimonio del hombre y la mujer fue el más formal y
solemne de los contratos porque obligaba las voluntades para toda la vida y dejaba
constituido un vínculo indestructible. El divorcio era una cosa excepcional y rarísima que
sólo entraba en juego en circunstancias poco menos que inasequibles. Pero en los tiempos
modernos las cosas van cambiando de modo escandaloso, y los divorcios van siendo tantos,
tan fáciles y frecuentes, que bien puede afirmarse ser el matrimonio en los días presentes y
sobre todo en determinados países el contrato más sencillo de romper.
El contrato esponsalicio o de futuro matrimonio no es exigible. La promesa de casarse puede
burlarse impunemente y el que la haga, siempre que se le reclame en breve plazo, sólo
vendrá obligado a la devolución de regalos y a la indemnización de los gastos realizados
para la celebración del convenio conyugal.
