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DERECHO PRIVADO – La familia
EL DIVORCIO
LIMITACION DE LAS CAUSAS DE DIVORCIO. - Ante la imposibilidad de cortar de raíz la
obsesión divorcista, se podrían limitar sus causas a las siguientes:
1
El adulterio de cualquiera de los cónyuges no consentido ni facilitado por el que lo
alegue; y el hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio un hijo concebido antes de
celebrarse éste y que sea judicialmente declarado ilegítimo o reconozca uno habido con
anterioridad.
2 — La tentativa del marido para prostituir a su mujer y la iniciativa de cualquiera de los
cónyuges para corromper a sus hijos o prostituir a sus hijas.
3 — El desamparo de la familia, sin justificación.
4 — El abandono culpable de un cónyuge por el otro durante un año.
5— El atentado de un cónyuge contra la vida del otro, las de los hijos comunes o las de los
hijos de cualquiera de ellos.
6 — Los malos tratamientos de obra o las injurias graves al cónyuge o a los hijos.
7 — La violación de alguno de los deberes que impone el matrimonio y la conducta inmoral
o deshonrosa de uno de los cónyuges, que produzca tal perturbación en las relaciones
matrimoniales que haga insoportable para el otro cónyuge la continuación de la vida en
común.
8 — La enfermedad contagiosa y grave de carácter venéreo contraída en relaciones sexuales
fuera del matrimonio y después de su celebración, y la contraída antes, que hubiera sido
ocultada culposamente al otro cónyuge al tiempo de celebrarse.
9 — La enfermedad grave que produzca incapacidad definitiva para el cumplimiento de
alguno de los deberes matrimoniales, y la contagiosa, contraídas ambas antes del
matrimonio y culposamente ocultadas al tiempo de celebrarlo.
10 — La condena de un cónyuge a privación de libertad por tiempo superior a diez años y
por delito que no sea político.
11
— La enajenación mental que tenga más de dos años de duración cuando impida la
convivencia espiritual en términos gravemente perjudiciales para la familia y que excluya
toda presunción racional de que pueda curarse definitivamente.
De entre las causas que no he recogido en esta lista, hay una que merece especial atención y
que todos los códigos incluyen, y es el mutuo consentimiento. Realmente, cuando un
cónyuge busca el divorcio achacando una culpa al otro, éste queda en una situación
deprimida y es lógico darle el derecho de negarla y defenderse. Pero cuando los dos están
conformes en no poder soportar la vida común y en querer separarse, parece humano dar
mayores facilidades a tal deseo. Sin embargo, esto trae el inconveniente de fiar la existencia
de la familia a la simple voluntad de las partes y entregar la primera institución social al
capricho y las genialidades de los interesados, que por un enfado momentáneo pueden dar
al traste con el fundamento de la sociedad.