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DECORACION DE INTERIORES - Equilibrio de líneas y masas
¿QUE NOS DICE LA LINEA CURVA?
La sonrisa se expresa siempre por una línea curva con los bordes hacia arriba. Igualmente,
un cuarto en el que abundan las líneas curvas produce alegría y animación. Los muebles con
esta línea pertenecen a estilos cuyo refinamiento y belleza ha sido pocas veces igualado. Los
sillones Luis XV no tienen una sola línea recta y son, posiblemente, una de las muestras más
perfectas de exquisitez que haya producido el arte del mueble. El asiento, el respaldo, las
patas y los brazos, así como los detalles de la ornamentación, están formados íntegramente
por líneas curvas. Pero esas líneas son tan sutiles y están tan perfectamente balanceadas y en
proporciones tan exquisitamente calculadas, que el todo da tal sensación de liviandad y
gracia, que el conjunto parece estar apoyado en el aire y sólo afirmado en la brevedad de los
estrechos puntos de sus pies, sobre los que todo el conjunto se apoya con frágil movimiento.
Claro está que esta superabundancia de líneas y que este predominio del movimiento, debe
ser tenido muy en cuenta cuando se trate de colocar ese mueble. Pues si se repitiera en los
cortinados y alfombras, el conjunto resultaría sobrecargado de frivolidad y empalago.
Estas condiciones de la línea curva, la hacen ideal para los cuartos en los que se realizan
reuniones, se reciben personas o se vive. Los cuartos de los niños, tienen preferentemente
líneas rectas y hasta cierto punto se comprende que así sea, ya que muy pocas veces
necesitan estimulantes de esta clase para entrar en acción.
Sin embargo, el conjunto de rectas se puede suavizar y movilizar por algunas curvas
oportunamente colocadas.
Los papeles pintados, los cortinados y las alfombras son los elementos preferidos para hacer
intervenir líneas curvas en un conjunto.
Ya hemos señalado que cualquier clase de línea usada con exceso produce una sensación
contraria a la que se busca. El exceso de movimiento creado por las curvas formadas por los
muebles y los espejos, si se repite en las alfombras, paredes y cortinados, crea un verdadero
torbellino dentro del cual todo es inestable e inseguro.
Debe tenerse presente también, que la impresión producida por la línea curva varía con su
largo, es decir con su curvatura. El movimiento curvado hacia la cresta de una enorme ola,
da sensación de poder. La larga línea curva de una cortina drapeada da la sensación de
gracia y fuerza a la vez. Por el contrario, las pequeñas líneas curvas repetidas y quebradas
sugieren animación y rápidos movimientos de danza, constantes cambios de dirección. Pero
por eso mismo, pueden expresar debilidad y transitoriedad.
He aquí por qué la línea curva es una de las que ha de usarse con mayor cuidado. Hay que
descubrir, por ejemplo, en un conjunto de floridos artesonados rococó, el oculto balanceo en
el que se inspiraron los artífices del tejido de la época, sin cuya fórmula sólo se copiará y
tratará de repetir un movimiento carente de gracia e imitado sólo exteriormente. Pues no
todas las curvas tienen gracia. Compárese solamente, para recibir una mera lección de estilo,
la pata de un mueble Reina Ana, con la dorada de un diván francés.
Pero ambos elementos, las líneas rectas y las curvas equilibradas, balanceadas y usadas
cuidadosamente en dosis justas, son el material plástico de preferencia, no tan común para
quienes quieren crear belleza en un cuarto, contando con la ayuda de los muebles, las
paredes, los cortinados y los tapices, que se hacen dóciles a las direcciones impuestas por un
armonioso plan artísticamente concebido.
SUNTUOSIDAD Y ALEGRIA. Este magnífico salan francés, en que cada detalle está en
armonía perfecta con las líneas fundamentales del conjunto, sugiere, por la abundancia de
curvas artísticamente combinadas, una definida impresión de alegría y movimiento.